𝐑𝐄𝐃 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐀𝐃 - 𝐊𝐥𝐚𝐮𝐬 𝐌𝐢𝐤𝐚𝐞𝐥𝐬𝐨𝐧

𝟎𝟎𝟐 - 𝐐𝐮𝐞 𝐦𝐢𝐞𝐫𝐝𝐚 𝐡𝐢𝐜𝐢𝐬𝐭𝐞 𝐂𝐚𝐫𝐨𝐥𝐢𝐧𝐞 𝐅𝐨𝐫𝐛𝐞𝐬

𝗔𝗖𝗧 𝗢𝗡𝗘 — 𝗣𝗔𝗦𝗧

𖤐 𝗦𝗘𝗔𝗦𝗢𝗡 𝗧𝗪𝗢 𖤐

El timbre sonó, me aproximé a abrir la puerta. Era Elena.

— ¿Que necesita nuestra querida réplica? — Sonreí.

— ¿Esta Stefan? Me ha llamado, a dicho que era importante.

— Pasa — Me hice a un lado y la dejé pasar, fui tras ella.

— Hola — Habló Stefan.

— ¿Que pasa?

Stefan se hizo a un lado y apareció una chica.

— Te ha puesto los cuernos Elena — Le susurre al oído.

— Tú... — Obvio mi comentario. Ella se tensó.

Algo iba mal.

Estaba con la vampira, Stefan y Damon. Elena estaba sentada en el sofá y yo al otro extremo.

— Quiero que quede claro que sólo sé todo lo que he oído estos años, y no se lo que es cierto y lo que no — Ella daba vueltas por la habitación. — Ese es el problema de las historias de vampiros, pero te aseguro que Klaus es real.

𝖪𝗅𝖺𝗎𝗌．

Tragué saliva. ¿De verdad estaban hablando de él?

— ¿Quien es él?

— Uno de los originales — Habló el mayor de los Salvatore — Una leyenda.

— De la primera generación de vampiros — Completó Stefan.

Una oleada de poder me recorrió todo el cuerpo, mis ojos se pusieron rojos. Me vi obligada a cerrarlos y removerme en mi asiento, reteniendo todo lo que luchaba por salir y no podía.

— No, Elijah era inofensivo comparado con Klaus. Un soldado. Klaus y su chica eran los jefes.

𝖲𝗎 𝖼𝗁𝗂𝖼𝖺. Nunca había agradecido tanto que no se acordaran de mi nombre.

— Dice que es el más antiguo.

— Un momento, ¿estáis diciendo que el vampiro más antiguo de todos los tiempos viene a por mi?

— Si.

— No.

Stefan y Rose hablaron a la vez.

— Suponiendo que lo que nos está contando ella es real — Dijo Damon mientras se levantaba de su asiento.

— Que lo es — Respondió Rose.

Y tanto que si lo es.

— Y no un truco para que no la mate.

— Que no lo es.

— Entonces es bastante... posible.

— Elijah está muerto, nadie más sabe que existes.

— No se sabe del todo.

— Eso no ayuda.

— Yo nunca he conocido a nadie que haya visto a Klaus — Pues es hora que me vaya presentando. — Hablamos de siglos de verdad mezclados con ficción — Stefan se sentó al lado de Elena. — No sabemos que es cierto.

— Os aseguro que existe y no se da por vencido. Si quiere algo, lo consigue. Si no le temes eres una ingenua.

— Vale, estamos temblando, lo hemos pillado — Hablé yo, mi voz sonó más brusca de lo que pretendía.