Cinco años después de graduarse, Kirishima Eijirou regresa a Tokio para comenzar su propia agencia de héroes. Se instala en un pequeño vecindario que solía tener un héroe, pero que ya ha sido olvidado hace mucho tiempo. Su "nueva" oficina está al la...
Recordatorio de que estos sueños están destinados a ser pesadillas y las acciones de los personajes no reflejan necesariamente la forma en que actuarían en realidad.
⚠️Se recomienda discreción de toman temas como el ab0rt0, la infidelidad y celos, así que si eres sensible a ello no leas el capitulo⚠️
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Katsuki abrió los ojos y vio su reflejo mirándolo en el espejo del baño de su dormitorio. Se tambaleó hacia atrás, sintiendo una extraña sensación de mareo y dejó caer el objeto que había estado sosteniendo en su mano. Los ojos escarlata se movieron hacia abajo para ver un largo trozo de plástico blanco que descansaba a sus pies. Sus cejas se fruncieron mientras se agachaba y recogía el objeto. Sintió un subidón de cabeza mientras miraba las pequeñas líneas azules en el centro del trozo de plástico, que mostraban que la prueba en la mano había dado positivo. Katsuki levantó la mirada y se encontró con los ojos rojos de una versión más joven de sí mismo en el espejo.
¿Qué demonios acaba de pasar?
Lo último que recordaba era estar en un callejón oscuro, peleando con un par de idiotas traficantes de drogas junto a Eijirou, y luego desmayarse. Lo recordaba con tanta claridad, y sin embargo, de alguna manera, estaba de pie en el baño de su dormitorio, sosteniendo una prueba que no había visto en más de media década. Katsuki dejó caer la prueba de embarazo al suelo nuevamente y se tambaleó hacia la puerta, revelando su habitación inmaculadamente mantenida al otro lado. Realmente estaba en el dormitorio, pero ¿cómo? Su cabeza daba vueltas mientras revisaba la fecha en el calendario fijado a la pared.
Los viajes en el tiempo no son reales. Nunca habían oído hablar de alguien que tuviera una peculiaridad que pudiera afectar el tiempo. El gobierno guardaba registros de las peculiaridades de las personas por motivos de seguridad y educación. Una peculiaridad que pudiera influir en el tiempo era sin duda algo que todos los héroes conocerían. ¿Estoy soñando?
Lo más seguro sería llamar a Eijirou para ver si también estaba experimentando lo que le estaba pasando a Katsuki. Se dio unas palmaditas en el cuerpo, buscando su teléfono, y metió la mano en el bolsillo para sacarlo. El teléfono le resultaba un poco extraño, ya que hacía años que no lo usaba, pero Katsuki rápidamente tecleó en la pantalla hasta que llegó al nombre de Eijirou en su lista de contactos. Se lo llevó a la oreja y escuchó el zumbido sordo del teléfono.
"Hola Kats, ¿qué pasa?", preguntó Eijirou después de conectarse la llamada.
Katsuki miró la pantalla. Se había acostumbrado tanto a la voz más vieja y profunda de Eijirou que una parte de él se sorprendió al escuchar la versión más joven a través del pequeño altavoz. Se puso el teléfono en la oreja antes de hablar. —Solo estaba comprobando si había pasado algo extraño. ¿Recuerdas algo de anoche?
Hubo una pausa. “¿No? No lo creo. ¿Te llamé anoche y no me acordé? Estuve de patrulla todo el día de ayer y ahora estoy de patrulla otra vez”.
