6

63 7 6
                                    

Un sábado por la mañana Noodle tenía ganas de hacerse unos huevos revueltos con tostadas para desayunar. Pero cuando bajó a la cocina y abrió el refrigerador se dió cuenta de que no había nada de nada.

—¡Noooo!— Noodle gritó despertando a todos.

—Ay, Noodle ¿Qué pasó?— preguntó 2D tallando sus ojos. Russel y Murdoc siguieron a 2D muy preocupados.

—Chicos... vengan, vean esto.— todos fueron a asomarse a ver el refrigerador.

—Ahmm... Noodle, solo es el refri. Espera... ¡¿Te quiso atacar?! ¡Ten cuidado! Los refrigeradores son muy peli-peligrosos...— 2D estaba reviviendo traumas.

—Ay 2D, ¿no ves? Está vacío el refri, tenemos que hacer despensa urgente.— Russel habló con tono de obviedad.

—Apoyo a Russel, no hay cervezas, es una emergencia. Pero primero hay que desayunar algo.

Antes de salir todos se arreglaron un poco, no iban a ir en pijama. Fueron hasta el mercado porque ahí iban a desayunar, se pararon en un local de antojitos. Después de desayunar se subieron al carro y fueron directo al super. Cuando estuvieron dentro de la tienda todos se pusieron de acuerdo para ir a buscar las cosas.

—Ok chicos, yo digo que Russel vaya a buscar la carne, la leche. Bueno, lo que venga de los animales, tú sabes. 2D y yo vamos por la fruta y la verdura.

—¿Y Murdoc qué va a hacer?— 2D miró a Noodle sintiéndose mal de que estaban, según él, excluyendo a Murdoc.

—¿Murdoc? Él umm...

—Yo pago, 2D.

—¡Oh! Está bien.

Russel fue directo a lo que le encargaron, Noodle y 2D también. Sin que nadie se diera cuenta Murdoc se fue a la sección de bebidas alcohólicas, parecía un niño en una juguetería; aunque en realidad Noodle y Russel ya se esperaban eso, a 2D no se le pasó por la mente, pero era mejor no decirle lo que fue a hacer Murdoc.

Murdoc observaba los refrigeradores fascinado, veía los precios, marcas, todo eso. Luego escuchó a un papá con su hija pasando por ahí.

—Mi amor, ¿qué dijo tu mamá que compraramos?

—Pan y leche. ¿Por qué?

—Espera...— Murdoc los detuvo —¿Acaso dijiste... un millón de cervezas?— ahora estaba sacando un six de uno de los refrigeradores.

—¿Qué?

—¡Oh sí! Tú sí me entiendes.— el señor recibió gustoso el six y lo llevó con él.

—Ah, acabo de ayudar a un buen hombre.— el señor y su hija ya se habían ido, Murdoc estaba orgulloso de lo que hizo.

Mientras tanto, Noodle y 2D estaban viendo qué más llevar. Tenían uvas, fresas, manzanas, papas, zanahorias, cilantro, bueno, muchas cosas. 2D se distrajo viendo unos pepinillos, pensaba si debería o no llevarlos. No los compraría para él, es alérgico, pero tal vez a Murdoc le parecería un lindo tributo.

Noodle vio unas mazorcas y una idea de le pasó por la cabeza. Con una sonrisa traviesa llamó a 2D para que fuera con ella.

—¿Qué pasa, Noodle?

—Mira je, je.

—Uhh sí Noodle, son mazorcas.

—Sí...— Noodle soltó una risita —Grandes y duras, justo como te gustan...

—¡Noodle! N-no digas eso... menos aquí.— 2D se puso algo rojo por lo que Noodle le dijo.

—Ja, ¿por qué te avergüenzas? Es verdad.

—Oye ya, por favor. O sea... s-sí es verdad pero... no lo digas, solo no lo digas.

Murdoc mientras tanto seguía viendo cervezas, pero luego se aburrió y fue a ver los jugos y leches. Ahí se encontró a Russel.

—Hey Russ.

—Oh, hola Murdoc. ¿Qué tal?

—Nada, aquí viendo.

—Ah... oye, ayúdame porfis.

—A qué o qué.

—Es que no sé que marca llevar... ¿será que esta?- Murdoc asintió con un gesto de aprobación.

—Oye espera. Lleva también esto.

—¿Jugo? ¿Para quién?

—2D.

—Aww Murdoc, que tierno, a 2D le va a encantar.

Después Murdoc se llevó a Russel a las cervezas y le sonrió tramando algo, Russel tenía una sonrisa de cómplice. Empezaron a meter muchos six y caguamas.

Finalmente se encontraron todos cerca de las cajas de cobro y se formaron en una fila que no iba tan llena.

—Buenas tardes. ¿Los dos carritos van juntos?- preguntó la cajera.

—Sí, preciosa.— Murdoc respondió. La cajera asintió pero tenía una cara de incomodidad, 2D estaba fulminando a Murdoc con la mirada.

—Uy Mudz, te va a tocar castigo.— Russel se dió cuenta de la mirada que tenía 2D sobre Murdoc.

En eso pasaron el montón de cervezas por la cinta, la cajera hizo un gesto de sorpresa que duró poco para que no lo notaran.

Si 2D ya estaba molesto con Murdoc ahora lo estaba más, eran montones de cerveza y sabía perfectamente que Murdoc fue quien las metió. Ya le reclamaría, pero cuando terminen de pagar. 2D fue hasta donde estaba Murdoc y le tomó el hombro.

—Ya vas a ver cuando estemos afuera, eh, ya vas a ver.— habló lo suficientemente bajito solo para que Murdoc lo escuche.

Salieron de la tienda con todas sus compras y no pasó mucho para que 2D empezara a regañar a Murdoc.

—Murdoc... ¡¿Por qué metiste tanta cerveza?! ¡¿Eres consciente de lo que te puede pasar?! Yo me mato pensando en tí y tu salud, ¿y qué haces? ¡Me ves la cara de estúpido!

—¡Pero no fui solo yo! Russel también metió.— Murdoc trataba de defenderse, pero 2D lo ignoró.

—Y además le coqueteas a la cajera.— 2D continuó, negando con su cabeza, decepcionado del comportamiento de Murdoc.

—Alguien está celoso ja, ja, ja— Noodle empezó a molestar a 2D.

—No son celos Noodz, se le llama respeto, Murdoc no me respeta a mí ni a su relación conmigo.— vio a Murdoc directamente a sus ojos.

—Ah...

Murdoc se acercó a 2D y lo abrazó. —Ya, está bien, discúlpame. Cometí un error, prometo hacerte caso la próxima vez.

—Ajá... Aprecio tus disculpas, pero no arreglas mucho así.— 2D se soltó del abrazo de Murdoc y siguió caminando hasta el carro.

—La cagaste, Murdoc— dijo Noodle mientras caminaba con un carrito. Murdoc suspiró pesadamente.

—Sí, la cagué...

2docs ranciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora