LION EL ASESINO CON NAVAJAS

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En el medio del fuego Lion trataba de buscar una manera de escapar, pero siempre que encontraba una manera el fuego se lo impedía, tenía un trapo para evitar respirar el humo.

—Nos quedamos atrapados ¿no? —El loco que se había escapado en la calle. está en el segundo piso observando a Lion.

Lion no contestaba, solo quería buscar una salida por el momento, de repente un enmascarado apareció entre el fuego, era demasiado fortacho, Lion con sus navajas estaba listo.

—Mírame, soy inmune al fuego —El fortachón empezó a reírse, el flaco del segundo piso también se rio.

—Sí que lo eres amiguito.

—Se hacen llamar sub-elites —Lion empezó hablar—, pero no se toman nada enserio, no merecen ser llamados de esa manera. Si enserio lo fueran tomarían seriedad en todo, no lo hacen.

—No te importa nuestra forma de ser, los enmascarados que mataste son unos estúpidos, yo soy alguien inteligente.

—Dicen eso, pero la verdad es que no saben defenderse —Lion rápidamente se lanzó hacia el enmascarado, enterrándole las navajas en cada oreja con demasiada facilidad—. No merecen ser llamados de esa forma, solo se comportan como niños. Diciendo que ya ganaron cuando realmente están más que perdidos.

—Eres un estúpido. ¿Cómo puedes decirlo? —Empezó a rasguñarse la cara desesperadamente—. YO SOY MAS FUERTE QUE TODOS, INCLUSO MAS FUERTE QUE RAY. VAS A VER IMBECIL.

—No veré, porque te aseguro que te mataré en cuanto te tenga en toda mi cara —amenazó seriamente Lion.

—YA VEREMOOOOOS —Se fue corriendo jalándose el pelo como todo un loco.

Lion siguió buscando una manera de salir, hay demasiado fuego, no lo dejaba pasar, la única opción era saltar sobre el fuego, pero ¿Qué tanta posibilidad habría para que no se quemara? Era algo difícil de predecir.

Saltó, tuvo suerte, ahora está en uno de los pasillos, no había tanto fuego, aun así, no había salida por ese lado. Empezó a toser siguió avanzando a ver si tenía alguna escapatoria. Ya se estaba sintiendo mareado, pero por nada del mundo se iba rendir, abría y cerraba los ojos una y otra vez. Quedó tirado en el piso.

En poco tiempo el fuego se expandirá y lo quemará, no tiene opción de salida, está totalmente atrapado.

Horas después volvió a coger conciencia. —Oh, no puede ser, tengo... tengo que salir de aquí.

Aún tenía el pie herido de la última vez, le seguía doliendo y más cuando empezaba a correr. Avanzó un poco más, volteó por la derecha, había una salida de emergencias.

El flacuchento se le apareció de frente, tenía la cara y brazos rasguñados, le salía sangre por todos lados. —Tonto, deja de herirte de esa forma —Apenas si pudo hablar Lion.

—NO TE IMPORTA LO QUE HAGA —Estaba hablando de una manera impaciente, desesperada—. Jeje, pero mírate, te vez repugnante.

—Tu estas peor que yo. Huesitos.

—AAAAAAAAH —Se tapó los oídos mientras se acurrucaba—. TU NO ENTIENDES NADA.

—No entiendo y no quiero saberlo, quítate de mi camino o te mato —Lion estaba un poco débil, pero nada lo detendrá y menos un loco como el que tiene al frente.

—Crees que tienes la ventaja, pero te estas enfrentando contra tu pesadilla.

—Yo no le temo a nada, por suerte soy alguien fuerte, me importa si el mismísimo diablo se me aparece —sonrió—. Nada me va matar.

Invasión Z (Sección 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora