¿Who?

2 0 0
                                    


Alejandro

Me levanté más cansado de lo normal; creo que mi cuerpo se olvidó del esfuerzo que conllevaba escalar, y siento que me va a dar un resfriado. Me puse un suéter encima del uniforme y fui hacia mi casillero. Lo revisé, no encontrando nada al principio, pero después me di cuenta de que esta vez la metieron mal, ya que estaba tirada en el suelo. La recogí, observando que esta vez tenía una pequeña flor pegada al sobre.

Hola Alex, soy yo otra vez. ¿Qué tal tu fin de semana? El mío fue lindo, pero lo sería más si estuviésemos juntos. Bueno, en fin, quiero que sepas que hice mi mejor intento; no me juzgues, es la primera vez que hago un dibujo de un retrato. Mejor ten en cuenta que tiene mucho amor para ti.

Atentamente, Tu intento de artista

Abajo de la carta había un dibujo detallado de mi rostro distraído con unos audífonos y capucha. Reí un poco al verlo; vaya que se parecía a mí. Creo que "mi artista" lo hizo bien para ser su primera vez.

Continué con las clases, pero no pude evitar sentirme agitado debido a mi pequeño resfriado. Decidí avisarlo cuando la hora de educación física llegó, ya que no quería que mi asma hiciera una aparición a lo que los profesores me dieron hora libre.

Vagué por la escuela un rato hasta que Jake se apareció.

-¿Por qué no estás en educación física? -Pregunté, mirándolo con curiosidad.

-Digamos que estoy enfermo, pero la verdad es que la odio. Si mi vida dependiera de un deporte, creo que el suicidio sería mi mejor opción. -Jake respondió con un tono burlón, pero sus ojos me miraban con una intensidad que me hacia sentir nervioso.

-Yo no soy precisamente bueno, pero no quiero una mala calificación. -Le contesté, tratando de ignorar la forma en que me observaba.

-Entiendo. -Jake se acercó más, rompiendo la distancia personal. Pude sentir su calor, y me puse tenso, aunque no estaba seguro si era por el resfriado o por la cercanía-. ¿Y tú por qué no estás ahí entonces?

-Tengo un resfriado y también asma desde pequeño. -Le dije, intentando mantenerme firme, pero mi voz sonó un poco más suave de lo que quería.

-Supuse que estabas enfermo por tu sudadera -Jake sonrió, y me di cuenta de que lo hacía con una facilidad que desarmaba mis defensas. -¿Qué tal tu fin de semana?

-Digamos que aburrido, pero ayer fui con mis amigos a escalar una montaña. Fue increíble. -Respondí con una ligera sonrisa, sintiendo que la conversación tomaba un tono más íntimo.

-¿Espera, con Noah? -Jake arqueó una ceja, acercándose un poco más, como si quisiera asegurar que nadie más escuchara.

-¿Lo conoces? -Hablé sorprendido, pero también un poco ansioso por la cercanía.

-Claro que sí. Noah es mi primo. Vi una historia de él escalando en Instagram. -Jake dejó escapar una risa suave-. Oye, ¿te sentarás con nosotros hoy como siempre?

-Sí, no veo por qué no, al menos que no quieran que lo haga. -Le respondí, sintiendo una mezcla de alivio y nerviosismo.

-Por supuesto que quiero -dijo Jake, su voz bajando de tono-. Eres muy agradable y eres nuestro amigo. Es solo que... hay varias personas que deberías conocer. -Sus palabras eran suaves, pero había una especie de carga emocional detrás de ellas que no podía ignorar.

-¿Ah, sí? ¿Quiénes? -Le pregunté, pero la conversación tomó un giro inesperado, volviéndose algo más que simple curiosidad.

-Un amigo mío y de Madison que estaba de vacaciones en España y una amiga de Madison... y el amigo de esa chica. -Jake hizo una pausa, sus ojos se clavaron en los míos, creando una tensión palpable en el aire-. Pero quería saber si... te incomodaría que te hable sobre el chico que me gusta.

Cartas a un chico lindo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora