Prólogo

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Todo comenzó mientras patrullaba como lo hacía de rutina en la ciudad de Musutafu. Era un día más cálido que de costumbre y habían niños jugando en las calles; después de todo se acercaba el verano.

— ¡Vital! chicos miren, ¡es vital! —escuché gritar a uno de los tantos pequeños que jugaba con sus amigos cerca de una plaza, calculo que no pasaba de los siete años.

— ¡Hola pequeñín! ¿cómo estás? —pregunté mientras me acercaba hacía ellos. No era raro que las personas se me acercaran pues tenía fama de convivir con los civiles.

— ¡Hola vital! —gritó entusiasmado— espera aquí un momento, ¡voy por mi mamá para que nos tome una foto! no te vayas por favor —dijo el niño para después salir corriendo a su casa, que al parecer estaba a unas calles de distancia.

— No te preocupes —reí al ver lo animado que estaba— aquí te espero, ¡cuidado al cruzar la calle! —.

El día había estado extrañamente tranquilo, por lo que no dude en quedarme un rato con el resto de niños mientras esperaba al pequeño que había ido a buscar a su mamá. Todo iba bien hasta que lo vi a el, o a quien creí que era el, escondido detrás de un tobogán junto a un grupo de adolescentes al otro lado de la plaza.

— ¡Tomura Shigaraki! de la liga de villanos —llamé y él volteó hacía donde me encontraba. Efectivamente, se trataba del presunto jefe de la liga.— ¡Apártense y busquen refugio!— grité a los civiles mientras me lanzaba a la acción. Con ayuda de mi ataque especial, Chainwhip, me deshice del tobogán en un abrir y cerrar de ojos, dejando a Shigaraki completamente expuesto.

— No te atrevas a actuar si no quieres salir herido —advertí.

Los civiles estaban corriendo como locos y los adolescentes frenéticos gritaban cosas imposibles de escuchar en medio de toda la conmoción. Con mi mismo Chainwhip (látigo de cadenas) tomé a Shigaraki para contenerlo. Noté que pudo librar uno de sus brazos del amarre del Chainwhip y alzó su mano, lo cual me alertó aún más. Es bien sabido entre los héroes lo peligroso que puede ser el quirk de Tomura Shigaraki, por lo que para evitar que atacara a alguno de los adolescentes cercanos a la escena, lo levanté por los aires y para sacarlo de combate lo azoté fuertemente contra el suelo. Fue ahí cuando me di cuenta del grabe error que acababa de cometer.

Cuando la nube de tierra se desvaneció por completo, pude ver a un joven civil, de unos 16 años aproximadamente, tirado en el suelo. Me sentí mareada y se me revolvió el estomago como si quisiese vomitar hasta mis próximas 10 comidas.

— Mierda... — susurré. Corrí a auxiliar al adolescente y al cabo de unos minutos llegaron las ambulancias.

El primer ataque le fracturó algunas costillas y el segundo le causó una contusión cerebral.

Al parecer este niño pensó que sería gracioso jugarle una broma de mal gusto a los peatones que transitaban cerca del parque, pero no contaba con que hubiera un héroe patrullando cerca a esa hora. Según me explicaron, tenía un don que le permitía copiar la apariencia de alguien a quien hubiera visto antes, aunque sea en foto, durante algunos 3 minutos; el resto era un disfraz.

Me di cuenta que las cosas a partir de ese momento iban a ir de mal en peor cuando recibí una llamada de la Comisión de Seguridad Pública de Héroes. Querían verme para una junta urgente al día siguiente.

Cayó la noche y yo partí a mi departamento sin dejar de pensar en lo que sucedido y la cabeza no paraba de darme vueltas. Temía con cada hueso de mi cuerpo lo que pudiera ocurrir en la junta del día siguiente, por lo que apenas llegué y me tumbé en la cama, agotada, y saqué mi móvil buscando distraer mi mente por lo menos un rato. Error. Lo primero que vi fue aquel horrible vídeo de lo sucedido con el título de "Vital ataca a un adolescente en la plaza" y miles de mensajes de familiares y amigos, algunos de apoyo y otros de odio.

𝐁𝐀𝐍𝐈𝐒𝐇𝐄𝐃 » DABI x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora