» 𝐐𝐮𝐞 𝐜𝐮𝐫𝐢𝐨𝐬𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐮𝐧 𝐯𝐢𝐥𝐥𝐚𝐧𝐨 𝐫𝐞𝐬𝐮𝐥𝐭ó 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐦á𝐬 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳ó𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐮𝐚𝐥𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫 𝐨𝐭𝐫𝐨 𝐡é𝐫𝐨𝐞.
Desterrada de la sociedad después de cometer un error que le costaría su carrera cómo héroe, Hana Murasaki...
"Void" evoca la idea de un vacío, un agujero negro. Algo que consume y absorbe todo a su alrededor sin piedad alguna.
Me senté en el sillón con mi móvil en mano e inmediatamente Tako corrió a echarse en mi regazo, cosa que hacía cada que tenía oportunidad. Para evitar quemar a mi pequeño, apagué mi cigarro en un cenicero que estaba en la mesita de al lado. Yo no solía fumar tanto, pues mi trabajo como héroe no me lo permitía al 100% porque afectaba mi rendimiento físico, pero había caído en un vicio después de perder mi licencia de héroe hace casi tres meses.
Me había tomado algunas semanas para pensar seriamente en lo que haría después de ese primer encuentro con Dabi. La idea de unirme para traicionarlos fue tentadora en un inicio, pero ¿Qué ganaría yo si hiciera eso? probablemente nada. Para el mundo yo era una asesina y eso les importaría más que el hecho de capturar al grupo criminal más buscado. Aunque pensándolo bien, si lo hacía, era seguro que le darían el crédito a algún otro héroe. No valía la pena rogar ni sacrificarme por el amor de personas que me dieron la espalda y me llamaron de formas horribles. Eso sí, ellos estaban por darme el reconocimiento que merezco pero no de la forma que le hubiera gustado a Vital, si no de la forma que le gusta a la nueva Hana Murasaki. Estaba dispuesta a sacrificarlo todo por mostrarles quienes son los verdaderos villanos en esta historia, esa sociedad que orilla a las personas a convertirse en lo que mas temen.
Esta historia apenas está comenzando.
Desempolvé mi antiguo traje de héroe para usarlo una ultima vez. Era un traje blanco tipo leotardo, con guantes largos y unas muñequeras color lila que hacían juego con el resto de mi equipamiento. Lo usaba con unas botas largas que cubrían hasta mis muslos, botas las cuales tenían un tacón bajo que a mi parecer era muy incomodo, pero nunca hicieron caso a mi petición de quitarlo. Sentí algo de nostalgia al verme vestida así después de tanto tiempo. Todo era igual a excepción de mi cabello ahora corto, el cual ya no podía peinar en una larga coleta como solía hacerlo. Terminé por colocarme el visor que ayudaba a ocultar mis ojos, los cuales me delataban brillando cuando activaba mi quirk. Salí hacía La Comisión de Seguridad Pública de Héroes, la cual supuestamente estaría llevando a cabo una junta en estos momentos. Digo "supuestamente" porqué no sabía que tan confiable era la información que había recibido días antes de forma anónima en mi correo, pero de igual forma haría lo que tenía que hacer. ¿Qué más podía perder?
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Caminando por las calles me di cuenta cómo la gente me miraba de forma incrédula y confundida. Veía como murmuraban entre si palabras que no alcanzaba a distinguir, pero estaba claro que no eran nada buenas. No le tomé importancia y seguí caminando hasta encontrarme frente a las dos grandes puertas de cristal para entrar al edificio. Al verme a través del vidrio, la recepcionista se alertó e inmediatamente se puso de pie. Yo entré abriéndome paso entre la gente.
— ¿¡Vital!? no puedes estar aquí, necesito que te retires o llamaré a seguridad —.
