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Capítulo III || A los ojos de un villano

La primera vez que escuché acerca de Vital, fue hace tiempo en un articulo donde se hablaba acerca de los profesionales involucrados en la captura del asesino de héroes: Stain. Recuerdo que la nombraban como uno de los héroes más veloces en acender dentro del Ranking, después de Hawks, claro. Su nombre llamó mi atención lo suficiente como para recordarlo, pero no cómo para tomarle mayor importancia en aquel entonces.

No volví a interesarme por algo que la involucrara, hasta meses después, cuando me encontraba en el Bar junto al resto de la Liga. Escuché la noticia donde se anunciaba que acababan de retirarle su licencia de héroe profesional. De verdad que me pareció sorprendente cómo los propios héroes le daban la espalda incluso a los suyos. Sentí una curiosidad inexplicable ante la primicia de la caída de uno de los héroes más populares del momento, por lo que me propuse investigar un poco más a detalle acerca de la situación de Vital. En el transcurso de la semana, y con la ayuda de algunos contactos, averigüé todo lo que necesitaba saber. Su quirk, lugares que frecuentaba, sus relaciones personales. Todo.

Vital estaba entre los mejores héroes de Japón, después de todo, era fuerte, inteligente y con una buena técnica. Incluso recuerdo alguna vez caminar por un supermercado y ver alguna figura de acción de ella en el pasillo de merchandising; vaya que era popular. Era reconocida por las cualidades que ya mencioné, pero principalmente lo era por su amabilidad y cercanía con los civiles. Por otro lado, Hana era una persona realmente deprimente a quien la vida no había tratado del todo bien. Vital era todo lo que Hana tenía; era cómo una doble personalidad, cómo un personaje que se apoderaba de ella al momento de vestir su traje.
Cómo ella ya era una persona rota, supuse que ese incidente solo terminaría por destrozarla.

Conozco ese dolor mejor que nadie. Esa sensación que te deja sentirte traicionado por quienes más amas. Puedes ser fuerte, pero un corazón roto te vuelve vulnerable; harás lo que sea por reconocimiento en espera de que alguien te extienda la mano. La Liga de Villanos sería quien le extendiera esa mano.

Comencé a observarla en su día a día hasta memorizar su rutina, lo cual me tomó un poco menos de un mes. Conocer esto me ayudaría a dar el siguiente paso en este plan.
Su departamento, al estar en un sexto piso, complicaba mucho la tarea de vigilarla a través de las ventanas cómo lo haría cualquier tipo normal (por más mal que suene eso), pero yo necesitaba recabar más información.

Esperé cerca de las escaleras hasta verla bajar y alejarse del edificio. Tenía entendido que esa tarde visitaría la agencia de Hawks en Fukuoka, que a pesar de no estar tan retirado de donde ella vivía, significaría que su departamento estaría vacío hasta que regresara por la noche. Perfecto para lo que tenía pensado.

Una vez me aseguré de que se hubiera ido, subí por las escaleras para después tomar un ascensor hasta su piso. Eran unos departamentos muy genéricos, nada impresionante.
Saqué de mi abrigo una copia de la llave que Hana solía dejar debajo de su tapete, y abrí la puerta asegurándome de ser cuidadoso con la cerradura para evitar que se diera cuenta de la intrusión. Apenas entré, noté que para haber tenido el salario de un héroe de su nivel, su departamento era una mierda. Todo era muy normal, muy simple. Me tomé la libertad de merodear un rato por el lugar, cuando de pronto una botella de Licor en la encimera de la cocina llamó mi atención.

— Qué más da, no creo que note que le falta un poco. —me dije a mi mismo, solo para darle un trago directo.

Observando los cuadros en las paredes, me acerqué a uno en especifico que capturaba una fotografía tipo "selfie", en la que se veía a Hawks abrazando a Hana mientras besaba una de sus mejillas. Reí de forma burlesca cuando me llegó la curiosidad por saber de que lado se pondría ese hombre. Me sería de mucha ayuda que le diera la espalda al igual que el resto.