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Checo no podía apartar la mirada. Por más que lo intentara, sus ojos se negaban a concentrarse en otra cosa que no fuera su exnovio besando el rostro de su nuevo novio. La escena lo irritaba tanto que sentía el impulso de separarlos, de hacer que dejaran de estar tan acaramelados. El mexicano sabía que no debía quejarse, o al menos eso le decía su mejor amigo Carlos, pero no podía evitar sentirse miserable.

—Checo, es tu turno —anunció Alice, acercándose al piloto.

Finalmente, Checo apartó la vista de su ex y se dirigió al lugar donde se realizarían las pruebas, maldiciendo en silencio. No podía creer su mala suerte de tener que compartir horario de pruebas con su exnovio y el nuevo novio de este.

—¡Chingada madre! —exclamó Checo, conteniendo las ganas de arrojar su casco lejos.

Bajó de su monoplaza echando humo. Era un simple día de pruebas de neumáticos, y aun así había terminado estampándose contra una valla de protección.

Christian se acercó para hablar con él, genuinamente preocupado por su rendimiento en los últimos días. Era cierto que el desempeño de Checo en la temporada no era tan bueno como en la anterior, pero Horner tenía claro que esto se debía a la falta de confianza del piloto en su auto. Sin embargo, en los últimos meses, el bajo rendimiento de Checo no tenía que ver con el auto, y Christian lo sabía. Podía notar que el piloto estaba distraído, demasiado ensimismado en sus pensamientos, y ¡joder!, ni siquiera quería recordar su mal humor constante, como el que mostraba ahora. Sabía que era algo personal, y aunque quería intervenir, entendía que no podría hacer mucho.

—¿Sabes qué le pasa a Checo? —preguntó Horner a Max, mientras ambos observaban la rabieta del mexicano.

El neerlandés hizo una mueca y asintió, acercando su cabeza más a Horner. Como si contara un secreto, tapó su boca con la mano derecha.

—Hamilton terminó con él —susurró Max.

Christian abrió la boca sorprendido. Ahora confirmaba los recientes rumores sobre un nuevo romance entre Lewis y Charles. Al principio, realmente lo había negado, incluso cuando Toto se acercó a preguntarle por ello. Ambos estaban claramente preocupados por sus pilotos. Wolff y Horner lo consideraban poco probable; después de todo, Lewis y Checo habían tenido una relación de años, y parecían inseparables. Ahora la única pregunta que rondaba por la mente de Christian era: ¿por qué habían terminado?

Give me a chance | George & ChecoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora