-Me levanto y no puede ser la cabeza, me va a explotar. Volteo a ver hacia los lados y esta no es mi habitación, donde estoy que dije o que hice ayer. Ya se me está haciendo costumbre despertar en un lado que no es mi habitación, un segundo ropa de Ferrari, anillos en el buró. ¡Dios es la habitación de Charles!.
-Buenos días, borracha-dice charles entrando a la habitación.
-pero qué pasó?-digo tocándome la cabeza.
-Digamos que ayer, se te pasaron un poco las copas. Y aparte te besaste a Rebeca y a Carmen-dice charles llevándose algo de cereal a la boca.
-pero sólo me bese con ellas verdad? No hice nada más-digo en tono preocupante.
-No te acuerdas de nada cierto?-dice charles mirándome.
-Me acuerdo de la mitad, sé que hice beso de tres, y tal vez mi yo ebria empezó a repartir besos borracha.-digo mientras me masajeo la cabeza.
-Pues digamos que también me besaste a mí, pero no te preocupes. Un beso es como un vaso de agua no? No se le niega a nadie.-me dice charles mientras se acomoda al lado de mi en la cama.
-Tuvimos sexo?-le preguntó apenada.
-Ah no, no paso nada. Pero me lo rogabas como no tienes una idea.-dice charles en tono sarcástico.
-Entonces déjame analizar todo, tú me viste en mal estado y en lugar de aprovecharte de mí cuando prácticamente me estaba lanzando a tus brazos, me sacaste del club, me cambiaste, me dejaste dormir en tu cama y tú te dormiste en el sillón-le digo a charles sin entender que pasa.
-Prácticamente eso.-dice charles.
-Dime por favor que no te dije incongruencias.-le digo en tono preocupada.
-Tranquila, sólo querías que te cogiera, pero no te preocupes no pasó.-dice charles mientras toma sus anillos y se los pone.
-Bueno yo tengo que ir al circuito porque se está haciendo tarde. Si quieres quédate, desayuna y sal con cuidado en este piso está la habitación de mi jefe, entonces yo tendría cuidado. -dice charles mientras se dirige a la puerta.
-Está bien, gracias. Iré más tarde tengo pendientes allá en el carrera.-digo mientras me vuelvo aventar a la cama.
-Suerte, adiós.-dice charles abriendo la puerta.
-Igual, bye.-le grito.
-Estoy tan cómoda en esta cama, y lo último que quiero es salir de aquí, pero tengo un compromiso y como adulta debo enfrentar las cosas. Debo ir a trabajar así me esté muriendo de dolor de cabeza. Me doy una ducha en el cuarto de Charles, aunque aquí pues obviamente no tengo mi ropa así que no creo que le moleste que le tome prestada una mientras me voy a mi habitación a cambiarme.
-Abro la puerta de la habitación de Charles, y me fijo en ambos lados para ver si no hay nadie, al parecer despejado, tomo mis tacones y salgo con cuidado. Espero de verdad que nadie me vea, cuando de pronto escucho una voz detrás mío.
-Y tú eres?-dice una voz de hombre mayor.
-Hola-contestó nerviosa.
-Que haces saliendo de la habitación de Charles y qué haces con su ropa puesta?-me pregunta el señor.
-Mire, no quiero ser grosera, pero no lo conozco como para empezar a platicar porque es que salgo de esa habitación, aunque debemos de ser honestos, creo que no es raro que salgan chicas de la habitación de Charles.-le contesto.
-Ah, ya sé quién eres. Eres Ana la hija de Cris Henderson.-me afirma el señor.
-Hijastra y usted es?-le preguntó curiosa.
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El piloto de mis sueños
RomanceAna una joven de 23 años se muda de su país México para seguir a su familia porque su madre se comprometió con un empresario millonario que desafortunadamente su vida la tiene en Mónaco, ella y sus hermanos se adentrarán en la vida de la fórmula 1 ¿...