ME CONVERTÍ EN UN DI0S EN UN JU3GO DE T3RROR

Cap. 351-354 (Aldea Yinshan)

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Capítulo 351

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La mente de Mu Sicheng se volvió cada vez más mareada y todo frente a él pareció volverse doble.

Otro cadáver flotante dio la vuelta y se acercó a Bai Liu. Mu Sicheng inconscientemente lo abofeteó, como resultado, el cadáver flotante esquivó y la bofetada de Mu Sicheng fue a dar a la cara de Bai Liu. La cabeza de Bai Liu se inclinó un poco y sus labios se rompieron con sus dientes afilados.

Un hilo de sangre brotó de la comisura de la boca de Bai Liu, goteó sobre sus colmillos y se fundió en sus labios.

Mu Sicheng seguía luchando con estos cadáveres flotantes enredados. Su rostro parecía estar cubierto por una gruesa capa de yeso, y ya ni siquiera se podían ver sus rasgos faciales, sus brazos y piernas estaban volteados, con sus muñecas y codos mirando hacia adentro.

Los cadáveres blancos que flotaban en la superficie del agua se amontonaron frente a Mu Sicheng mientras que los que estaban bajo el agua, se balancearon y arrastraron los tobillos de Mu Sicheng. Algunos, incluso aprovecharon la oportunidad para pasar por alto a Mu Sicheng y sumergirse hacia Bai Liu detrás de él.

Bai Liu que colgaba debajo del puente fue arrastrado por varios cadáveres flotantes que se deslizaron junto a él y su camisa casi fue rasgada.

La gota de sangre en los labios de Bai Liu cayó sobre la superficie del agua y lentamente abrió los ojos.

Mu Sicheng fue arrastrado hasta el punto en que sólo la mitad de su cabeza quedó expuesta en la superficie del agua, y mientras era agarrado por el cuello y tironeado hacia un lado, una abrupta luz dorada estalló desde detrás de él, envolviendo a todos aquellos cadáveres flotantes vestidos de blanco que tenía delante.

Aquella luz dorada era tan deslumbrante y brillante, que la gente no se atrevió a mirarla directamente, y Mu Sicheng, que había sido tironeado hacia un lado, tuvo la sensación de ser absorbido.

Bai Liu abrió un paraguas hecho jirones y se paró frente a Mu Sicheng. Una luz dorada brotó desde el interior del paraguas, atrapando en su interior a los cadáveres flotantes y fantasmas del puente que los perseguían.

Los cadáveres flotantes y los fantasmas del puente tenían rostros feroces y desesperadamente extendieron sus extremidades para luchar, queriendo liberarse del paraguas de papel blanco, pero eran como pequeños trozos de hierro atrapados por imanes, firmemente fijados dentro del paraguas abierto por Bai Liu debajo del puente, incapaces de moverse ni un ápice.

Bai Liu colgó el paraguas en el gancho bajo el puente, dio vueltas alrededor de estos fantasmas y cadáveres flotantes debajo del agua, y luego volvió a salir a la superficie, con el rostro pálido, extendiendo su muñeca para darle un poco de vida a Mu Sicheng, quien miraba estupefacto a un lado.

Después de que Mu Sicheng recuperó sus rasgos faciales, Bai Liu inmediatamente ordenó con calma: "Llévame al puente. Corre, si salimos corriendo del puente, estaremos a salvo".

Tan pronto como Mu Sicheng escucho eso, saltó al puente, luego se dio la vuelta y rápidamente sacó a Bai Liu de debajo del puente con sus brazos. Sujetó un lado del hombro de Bai Liu y corrió ferozmente por el puente sin mirar atrás.

Se escuchó el sonido de pequeños pies persiguiéndolos. Mu Sicheng miró hacia atrás y vio a una mujer a la que le faltaba la mitad de la cara persiguiéndolos a él y a Bai Liu con una expresión llena de resentimiento. Su boca estaba muy abierta y sus dientes chasqueaban hacia arriba y hacia abajo como si estuviera hablando. A través de su boca, se podía ver directamente el barro y los huesos blancos en descomposición de su cuello.