El Mundo de Antes

Hojas Podridas

24 horas después, el capitán Ceballos realiza una reunión con todo el grupo, para realizar las siguientes tareas, principalmente en su estación de recursos donde se encuentra en riesgo de ser saqueado por el grupo rival. Sin embargo, esta asamblea aun no empieza debido a que un grupo de niños perseguían una gallina para matarlo y cocinarlo para almorzar, al otro lado del punto de reunión, Amelia estaba con los ojos cerrados apoyando un brazo contra la pared de un muro mientras sus colegas estaban esperando a ser llamados. Uno de estos jovenes se llamaba Juan, de una edad aproximada de 20 años, con acento costeño que vivia en la ciudad por mucho tiempo, que resulta ser el teniente de su escuadrón que fue asignado para reclutar a ella junto con su hermano para hacer el siguiente plan del capitán. Juan ve a ella con curiosidad y mira a sus amigos para enseñarle algo a ella.

-Amelia... Amelia ven aquí. No quiero volverte a llamar tu nombre si te quedas ahi sin hacer nada. Amelia?- dice Juan justo cuando Amelia lo escucha volteandose de allí dandose vueltas en círculos estando desarmada sin saber que hacer hasta que se acerca hacia el.

-Hmm... Mi guerrera, que es lo que ocurre? Que te pasa? Ven aqui dejame darte algo de refuerzo moral. Pienso que te dare esa mancha negra asi que... Tu sabes, esa polvora negra para que tengas fuerzas en la guerra, ven acercate.- Juan decia estas palabras convenciendo a ella para hacerle su favor.

El favor consistia en que Juan preparaba su navaja para hacerle un corte pequeño sobre el lado derecho superior de su frente y luego colocarle polvora negra que segun ellos representaba una energía positiva y hacerlos fuertes para entrar al combate con sus enemigos.

Ya en el punto de reunión en formación ciruclar, el capitan miraba a toda su gente a su alrededor poniendo toda su atención hacia el. Vestido con su tipica boina roja, camiseta verde oscura y pantalon militar con botas negras, mostrando su seriedad en sus ojos sabiendo el plan que estarían por hacer.

-Nadie es su amigo a donde vayan, ellos son el enemigo. Ellos son los responsables de engañar a los supervivientes y lavandolos el cerebro de que la verdadera cura de este virus es ser el mas fuerte. Los falsos lideres mostrando sus actos falsos heroicos a los débiles. Esa es la naturaleza de el territorio donde iremos. Los colaboradores y los traidores... La sangre de nuestros hermanos se esta derramandose mas en estos tiempos. Por eso es hora de que la sangre de ellos fluya en el suelo,no perdonaremos a nadie. No perdonaremos a nadie! Porque todos ellos son el enemigo, todos ellos! Vamos a rezar. Dios dejanos rezar- decia el capitan con estas fuertes palabras hacia sus seguidores

-Dejanos ayudar a los débiles para guiarlos a nuestra verdadera misión. Les brindaremos nuestra ayuda, cumplamos nuestra justicia. Darles la fuerza! Dios, estaremos sacrificando nuestra propia sangre! Es por eso que no perdonaremos a esos demonios! Nadie los lastimara! Porque somos la muerte, somos los enviados de la muerte!- continuaba con su discurso mientras el grupo se desplazaba a pie hacia el punto donde se enfretarian con sus enemigos.

Habían varios hombres y niños haciendo gestos con sus brazos para intimidar al enemigo que estaba a varios metros de distancia recibiendo amenazas de que dispararían si avanzaban ellos, una chica se encontraba herida de bala siendo trasladada en una carreta hacia un punto seguro para ser curada bajo la mirada de Amelia que buscaba a Kevin y a su hermano pero no logro encontrarlos. Para ella piensa que ellos fueron asignados para combatir en otra area estratégica donde seria el encuentro.

Entre las avenidas Colon y Rio Amazonas se lleva a cabo un enfrentamiento pequeño donde habían trincheras caseras hechas con sacos de papas, donde sus interiores estaban llenos de ropa, autos de media gama repletos de polvo que bloqueaban el paso. Un hombre de edad joven llevaba un pañuelo blanco y una subametralladora de fabricacion casera que disparaba varias rondas en semi automatico para ahuyentar al enemigo, otros apuntaban sus armas de distintos tamaños como petardos, machetes, cuchillos de cocina, hachas y pistolas de 9mm. De repente se aproximaban mas personas con rifles de asalto con gorras puestas, algunos con los pantalones abajo mostrando sus partes privadas y maldiciendolos cantando en forma de trote militar.