El Metro. - Sunsun AU

Vitacura

– Llevemos vodka negro con kem extreme. – Riki levanta las dos botellas que llevaba en las manos mientras sonreía ampliamente.

– ¿De verdad te gustaría quedar con todos los labios negros? – Dice Jungwon que estaba empujando el carrito.

– Hmm... No. – Responde después de pensárselo bien.

– Entonces llevemos el vodka normal, anda a buscarlo. – Riki asiente, yendo a devolver las botellas que ya había sacado para buscar las nuevas.

Sunoo puso dos botellas más de pisco en el carrito.

– ¿Crees que con esto sea suficiente? – Pregunta el rubio, viendo la variedad botellas de alcohol, bebida y jugo que ya llevaban.

– Sí, yo creo que así ya estamos. – Riki vuelve, dejando el vodka en el carrito para así finalmente ir a pagar a la caja.

Sunoo pagó feliz, mostrando por primera vez su carnet que decía que ya tenía 18 años.

– Me encanta tener 18, es súper choro, me siento como que puedo hacer todo lo que yo quiera. – Comenta el rubio cuando ya iban saliendo del supermercado.

– ¿Cierto? Menos mal que ya los cumpliste, así podemos ir a carretear juntos. Ir con Heeseung es súper fome, siempre me deja solo por irse a comer con minas. – Comenta Jungwon mientras que rodaba los ojos al recordar como cada vez que salían tenía que hacer nuevos amigos en los pubs para no quedarse solo toda la noche.

– Yo apenas voy a cumplir los 17 en diciembre, agh. – Se queja el de mechitas rubias.

– Aww nuestro Riki aún es un niñito. – Sunoo abraza por los hombros al menor, que a pesar de ser más joven, era mucho más alto que él, por lo que para abrazarlo tuvo que ponerse de puntitas y empujarlo un poco para abajo.

– No soy un niño. – Se defiende.

– Un niño más bueno para fumar. – Jungwon y Sunoo ríen, mientras que Riki sólo rodó los ojos y se enderezó, provocando que el rubio dejara de abrazarlo.

– Al menos a mí no me gusta un flaite. – Los dos chicos que antes reían, se quedaron callados y miraron con el ceño fruncido al otro.

Ahora era Riki el que reía.

– No es chistoso. – Dice Sunoo, tomando una de las bolsas del carrito para pasárselas al chófer de Jungwon que los había llevado.

– Sí lo es, y más chistoso va a ser conocerlo hoy. Y lo mejor, es que no es sólo uno, sino dos, ¿cierto, Jungwonie? – El más alto se acerca al pelinegro para molestarlo, recibiendo un bufido de su parte.

– De hecho, son tres, ¿no te gustaría conocerlo, Riki? – Jungwon le devuelve la mirada y habla con el mismo tono juguetón que el otro uso.

– ¿Debería? Asi nos hacemos un tres pa' tres, eso es real friendship, ¿o no, chiquillos? – Los dos amigos ruedan los ojos por las bromas del más jóven, finalmente entrando al auto al ya estar todo guardado para así salir del supermercado.

[...]

– ¿Qué te parece, ah? Puro corte hijo de Kast. – Comenta Jake mientras que se acomodaba el suéter en sus hombros.

Los tres amigos se juntaron en la casa de Jay, ya que él sería el que los llevaría en la camioneta de su papá hasta la casa del rubio. Todo estaba bien, el único problema es que no tenían idea de qué ponerse sin verse tan flaites.

– ¿Muy flaite ir con la primera capa? – Pregunta Jay, subiéndose un poco el pantalón mientras se veía en el angosto espejo de su habitación.

– No, hermano, se ve bien. Al menos no estái como Jake que parece que tuviera un dizfras pa halloween el aweonao.