Me Vas a Extrañar

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- "Cada mañana el sol nos daba en la cara al despertar ¿Recuerdas Bin? cada palabra que te pronuncié dándote ánimos cuando estabas ansioso por lograr aquel puesto, te hacía soñar. Por ello, cada mañana al despertar con el sol en tu rostro y cada vez que te prepares para ir a trabajar... Me vas a extrañar."

Nuevamente esas palabras golpearon en todo su ser al sentir el cálido calor y la luz del sol en su rostro. Siempre recordaba esas palabras que le dijo en aquel juzgado. Había olvidado nuevamente cerrar las cortinas de la habitación.

Se levantó molesto. Cerró las estúpidas cortinas con brusquedad. Maldijo por lo bajo.

- "No era raro verlo en el jardín corriendo tras de mí y yo dejándome alcanzar, sin duda, era feliz" pensó al quedarse a mitad de escaleras observando a través de aquel enorme ventanal el jardín y recordar aquellos hermosos momentos.

Un horrible nudo en su garganta le ahogaba otra vez. Un profundo dolor en su corazón le golpeaba.

- "Fui tan imbécil que perdí mi felicidad".

Y otra vez su rutina desde hace tres meses. Así vivía ahora. Pensando en el ayer. Pensando en lo que habían vivido. Pensando en lo que había hecho. Pensando en Dongmin.

Ahora, solo en la sala de su solitaria casa, bebía un trago recostado en el sillón. Sus pensamientos le ahogaban, le hacía ver la necesidad de tenerlo junto a él. La maldita soledad y el constante silencio del lugar lo atormentaban a cada momento. La culpa de su estupidez le hacía ver el tesoro que perdió.

Muchas ocasiones lo ha imaginado, muchas ocasiones ha tenido espejismos en cada rincón de la casa de cuando estaba allí y lo atendía con todo el amor que existía en su corazón.

Soledad, añoranza, nostalgia y ansiedad... Voces que están abarcado cada día su mente, que se oye como si fuese su conciencia recordándose lo que hizo.

Prendió aquel aparato para apartar un poco el sentimiento de abandono pero recordó... era una buena idea cada cosa sugerida, pasar y pasar canales riendo hasta que lo convencía de ver la novela del momento en la televisión y contarse todo lo del día. Jugar luego el juego limpio de la seducción al sentir la necesidad del otro. Los pequeños besos, las sutiles caricias, la necesidad de sus cuerpos en el éxtasis al hacer el amor.

- "Cuando estés en ese lugar donde nos arreglábamos luego de los altercados tontos recordarás, entonces..." Aunque como en todo matrimonio había discusiones y malos entendidos, recordó cómo siempre las peleas las terminaban siempre en el sillón, justo en ese sillón donde está..."Me vas a extrañar."

Y no pudo evitarlo. Nuevamente lloró, lloró al recordar. Lloró al saber que él es el único responsable de sentir y vivir lo que está viviendo.

- Te extraño - reconoció en voz alta - te extraño mucho Dongmin.

Sus lágrimas, sus sollozos, sus gritos. Sólo él oía su sufrimiento. Ahora comprendía el terrible dolor que le provocó al ser más hermoso que la vida le dio y no supo apreciar.