Me Vas a Extrañar

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Comprender el daño que se le ha hecho a otra persona es un paso importante, hay que entender que las heridas no se sanan de un día a otro. Moonbin está completamente arrepentido, se siente mal por lo que ha hecho e intentará enmendar su error.

Su mente y corazón le pide una y otra vez buscarlo, pedirle perdón una y otra vez. Mil veces y hasta arrodillarse de ser necesario.

Pero primero, necesita que alguien lo ayude, que alguien lo oriente y no vuelva a cometer otra estupidez y buscar directamente a su ex-esposo porque podría hacerle más daño.

La idea de un especialista no le agradaba, reconocía sentirse triste y desolado. Pensamientos oscuros le invadían y más al no soportar la culpa.

De sus amigos el único que le hablaba era Sanha, su amigo de la infancia.

La noticia lo noqueó. No pasaba a creer que su amigo había engañado a su esposo. Desde que se conocieron vio el interés y enamoramiento por aquel hombre. Su boda fue la más romántica y especial que ha presenciado. El amor era percibido claramente entre ambos ¿qué sucedió?

Sanha lo acompañaría al psiquiatra. Le daba ánimos para que aceptara ir a terapia y lograr resurgir de aquel abismo al cual él mismo cayó.

Regresó a la capital por él. Al enterarse de lo sucedido pidió nuevamente ser transferido de su trabajo desde hace tres años. Como todos también lo enfrentó, lo insultó y hasta lo golpeó. Decir que no lo disfrutó era mentira. Quería partirle el alma. Dongmin para él  es especial. Desde que lo conoció crearon una amistad muy estrecha y única, tanto que en ocasiones Moonbin lo celaba o expresaba sus inseguridades al respecto.

Nada más alejado de la realidad.

Los días continuaban pasando. Sanha vivía con él para asegurarse que comiera y durmiera. Tenía incapacidad especial en su trabajo por orden del psiquiatra. Sanha lo dejaba desayunado mientras él trabajaba.

Se había reunido con Dongmin. Jamás pensó verlo en una situación incómoda. A pesar que querer hacerse el fuerte, no podía engañarlo. También sufría a horrores. Apreció sus ojeras mal disimuladas con maquillaje, su delgadez y su sonrisa forzada queriendo hacerle entender que todo estaba bien.

Los sentimientos subsiguientes de la traición y engaño era para él fácilmente apreciados, su dolor, humillación, pena, ira e incredulidad pueden ser abrumadores. Se sintió aliviado al oír que estaba con ayuda profesional porque aceptaba que necesitaba quién lo orientara en su situación.

Le confesó la verdad. Le dijo que estaba con su ex y que lo ayudaría a salir de su depresión. Aunque Dongmin lo mirase con ojos sin luz y expresión neutral necesitaba decirle todo para que un futuro no lo tomara a mal porque lo quería mucho y no deseaba malos entendidos.

- Eres su amigo. No te juzgaré, tampoco te pediré que no lo hagas. Pero... siento que es mentira lo que dices, él debería estar feliz con su amor y no deprimido como me has contado Sannie.

- Te lo juro Min. Al parecer comprendió tarde lo mucho que te amaba y...

- No, por favor, no quiero saber. Solo... solo déjame seguir mi vida. Estoy en un proceso de sanar mi corazón, de una nueva vida y no quiero saber de él.

- Dongmin yo...

- Solo te pido que lo cuides. Ayúdalo si es verdad que está mal pero por favor... no volvamos hablar de mi ex-esposo porque no quiero sentirme nuevamente devastado al recordar lo que me hizo. Necesito seguir adelante.

Así se despidieron. A pesar de todo ambos se comunicaban pero ninguno hablaba del tema prohibido.

Debían sanar.

Los meses pasaron. Moonbin regresó al trabajo y su amigo a su apartamento.

Las terapias le han enseñado a subsistir. Jamás pensó que su vida luego de ser infiel fuese tan desastrosa. A duras penas ha ido enfocándose nuevamente en él. La necesidad de ver a su ex y tenerlo nuevamente no se ha esfumado, pero sabe por boca de su psiquiatra que para él fue muy fuerte lo que vivió.

Se maldice siempre al saber que fue quién destrozó la vida y el corazón de su Dongmin.

"El descubrimiento de la infidelidad puede provocar un profundo dolor emocional y una sensación de pérdida. La persona traicionada puede sentirse herida, desilusionada y abrumada por la tristeza."

Ya seis meses desde la firma del divorcio. Vendió aquella casa donde vivió con su ahora ex-esposo. Buscó una más pequeña cerca de la ciudad. Aquella casa le asfixiaba en hermosos y a su vez, dolorosos recuerdos.

Muchas veces pensó en buscarlo. Sanha le decía poco. Jinwoo y Myungjun ni hablaban con él.

Tantas noches perdiéndose en sus pensamientos. Tantas noches anhelando otra vez tener a su lado aquel hombre que le brindó el más sincero y puro amor pero... pero muy en el fondo aceptaba que no lo merecía.

Porque él fue quién pecó.

Porque fue él quien decidió engañarlo.

Porque fue él quien destrozó su matrimonio.

Porque fue él quien no valoró el sacrificio de amor que hizo Dongmin al brindarle todo para que lograse sus sueños.

Porque fue él quien destruyó aquel amor que su esposo le tenía.

Porque fue él... quien lo decepcionó y no cumplió sus promesas.

Casi Navidad. Iniciaba el mes más bonito del año. La luces, los adornos, la alegría de esa fecha era palpable en cada lugar. Moonbin caminaba solitario por aquel centro comercial. Demasiada gente para su gusto pero por recomendaciones de su psiquiatra debía salir más de su autoencierro. Y es que solo se enfocaba en su trabajo y luego a su casa. En ocasiones al gimnasio y cuando salía era casi obligado por Sanha.

Se entretenía viendo vitrinas. Entraba a tiendas que le llamaran la atención por algún artículo. Se había trazado estar allí por lo menos tres horas y al revisar su reloj hizo una mueca de desagrado. Aún faltaba una hora más para su cometido.

El ruido de una campanilla le llamó la atención. Un pequeño tren navideño anunciaba su paso por aquellos enormes pasillos. Las personas se movían a un lado para dar paso aquel tren lleno de luces y sonidos de música navideña. Al parecer este daba un recorrido por los pasillos del centro comercial.

Le vio pasar frente a él algo lento, lo navideño resaltaba, observó personas mayores, jóvenes y niños disfrutando del recorrido sentados en el interior. Algunos saludando, otros sonriendo y otros hablando entre sí.

La alegría navideña era palpable.

Se sintió feliz, tenía tiempo en que su corazón no sentía ese sentimiento ahora extraño.

Continuó observando el vehículo, apreciando su colorido y su desbordante alegría con aquella música.

Hasta que de pronto...

Sus ojos se agrandaron. Su corazón saltó fuerte de la impresión. Quedó paralizado.

Parpadeó varias veces al fijarse bien en el último vagoncillo. ¿Es otra ilusión?

Allí, sonriendo, con un gorro navideño y con una hermosa sonrisa vio aquel precioso chico que alguna vez fue suyo.

Estaba abrazado a otro hombre feliz tomándose fotografías dentro de aquel tren.

Un golpe fuerte sintió en cada parte de su ser.

La realidad pasó ante sus ojos.

Su Dongmin ya lo olvidó.

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"Si pudiera retroceder el tiempo, cambiaría todo para no herirte."

Anónimo

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