Alice se despertó sintiendo un profundo dolor en su cabeza. No tenia idea de donde estaba ni como había llegado a ese lugar. Estaba a mitad de lo que parecía ser un bosque pero de arboles petrificados y grises, con flores de colores apagados pero muy hermosos, con un pasto tan suave que parecía seda pero estaba divido por un patrón cuadriculado de aproximadamente 60m X 60m y su color era un intervalo de verde claro y verde obscuro. "Como un tablero de ajedrez." Pensó Alice antes de levantarse y caminar siguiendo el patrón. Alice no recordaba nada así que mientras caminaba optó por dar una recapitulación de lo que había pasado antes de que ella llegará a ese lugar. "Primero estaba en el laboratorio...Luego Sam me invitó a salir. ¡Cierto Sam!" Alice olvidó por completo su cita con Sam. Volteó la mirada hacia su muñeca en busca de la hora en su reloj digital pero solo se encontró con su muñeca desnuda. Y no solo eso, también llevaba un vestido blanco que le llegaba a las rodillas en vez de su bata. -¡Genial! ¡Me robaron, secuestraron y me cambiaron! ¿Que más sigue?- Alice pateo una roca sintiéndose un poco frustrada. -Y lo peor de todo es que ya no pude salir con Sam.- A Alice le salieron unas cuantas lagrimas y se dejó caer en el árbol mas cercano, sentía como si tuviese fuego en la garganta. Alice se inundó en sus pensamientos. Recordó el momento en que había conocido a Samuel. La forma torpe de su caminar y sus brazos llenos de libros de química, biología, física cuántica y recordó esos horribles lentes de armazón rojo que Alice tardo 6 meses en convencerlo de que los cambiara por unos de armazón negro que combinaban con su cabello, recordó cuando sacaron el primer lugar de la feria de ciencias por inventar el primer prototipo del parche, recordó la vez que lo acompañó por ultima vez al oculista para que le quitaran los lentes, recordó ese ridículo baile de la victoria que solía hacer que Alice se sintiera avergonzada . Pero lo que mas recordaba era la forma en la que solía sonreír cuando Alice descubría algo nuevo. Alice no dejaba de llorar. Ese sentimiento de que jamas regresaría a casa era lo peor que Alice pudo o podría haber sentido.
Pero algo aún mas extraño pasó. Cuando Alice levantó la mirada, vislumbro a un apuesto joven de cabello blanco y ojos rojos. Pero lo mas raro de este joven (ademas de que iba a 6m/s) eran esas extrañas orejas de conejo que le sobresalían de la cabeza. Una de ellas tenía una marca de mordida.
"Que hace una persona así en un bosque muerto como este." Pensó Alice mientras se levantaba a toda prisa y seguía al joven de cabello blanco.
Sin duda era una sorpresa que Alice pudiese correr a tal velocidad. Corría lo mismo que el joven pero el se había adelantado, por eso Alice no lo alcanzó.
Alice siguió persiguiendo al joven hasta llegar a lo que parecía ser una habitación en medio del bosque petrificado, donde el joven entró azotando la puerta tras de si. Si Alice no hubiese frenado, la puerta la habría golpeado en la cara.
Alice intentó abrir la puerta pero estaba cerrada con llave. "Genial. ¡Y de donde voy a sacar una llave!"
Alice dio una rápida mirada a su alrededor en busca de una llave pero todo lo que vio fueron los arboles petrificados.
Alice se puso a pensar como poder abrir la puerta y una idea se le vino a la cabeza. "La suerte de ser un genio." Pensó Alice mientras tomaba un pasador de su cabello y lo doblaba para poder forzar la cerradura.
Pasados alrededor de 5 minutos la puerta finalmente se abrió haciendo un sonoro clic.
Alice entró a lo que parecía ser una habitación de 7 metros rodeada con puertas de diferentes colores y formas, y en el centro había una botella llena de un liquido rojo y con un tapón en forma de corazón en la que estaba escrita la frase "drink me."
Alice tomo la botella y le quitó el tapón para oler el liquido. Olía a cereza y violetas.
Alice cerró la botella y se la guardó en el bolsillo. Después se dirigió a la puerta mas cercana para intentar forzar la cerradura otra vez. Pero su intento fue frustrado cuando el joven de cabello blanco y ojos rojos apareció detrás de Alice con una expresión de enojo en el rostro. -¿Que estas haciendo? Se supone que tomarías el liquido de la botella. No que la guardarías.- Alice volteó un poco confundida y se encontró al joven de cabello blanco observándola un poco enojado. De cerca Alice pudo notar lo apuesto que era. Sus ojos rojos le daban cierto aire aterrador. Pero su cabello, su rostro angelical y sus orejas de conejo lo hacían ver mas dócil. Y su ropa era algo... fuera de tiempo.
Vestía un traje rojo decorado con corazones negros y un gran corbatín de moño relucía en su cuello, ademas, en el bolsillo de su saco sobresalía una cadena de oro que terminaba en un monóculo. El cual por supuesto tenia en su ojo izquierdo.
-¿Que le pasa en los ojos?- Fue todo lo que Alice pudo decir antes de levantarse y mirar al joven mas de cerca. -¿Disculpe?- Le contestó el joven. -¿Que quiere decir usted?- Alice. Con el rostro muy curioso siguió inspeccionando a aquel apuesto joven de cabello blanco. -¿Usa usted algún tipo de lentes de contacto?- El joven de cabello blanco, un poco ofendido por la pregunta de Alice le contesto en tono refinado. -Le aseguro señorita que mi tonalidad ocular es 100% natural.- Alice procedió a abrir el ojo del joven con los dedos.-¿Padece usted de alguna enfermedad? ¿O algún problema de visión?- El joven soltó un suspiro y le dirigió una mirada a Alice.-Señorita eh...-
-Alice.
-Claro. Escuche señorita Alice. No padezco de ninguna enfermedad ni padecimiento. Ahora seria tan amable de...- En ese momento el reloj de bolsillo del joven empezó a sonar y este un poco alterado sacó la botella del bolsillo de Alice y le metió el contenido a la boca para que lo bebiera.
A Alice esto le pareció grosero e innecesario pero no le quedo mas opción que tragar el dulce liquido.
De pronto, Alice se sintió mareada y cayo al suelo con la vista nublada y la cabeza dando vueltas.
No paso mucho hasta que se quedó dormida otra vez.
-¿Señorita Alice? ¡Despierte Señorita Alice!-
Alice abrió los ojos de poco en poco hasta quedar cociente de nuevo.
Estaba acostada y con las extremidades amarradas sobre una mesa en un salón estilo steampunk iluminado por velas que colgaban de un candelabro hecho con rubíes, el suelo estaba tapizado con azulejos de colores negro y rojo intercalados, en las paredes se podían ver antorchas y lo mas escalofriante era que la mesa estaba salpicada con sangre seca. Alice podía tocarla y si volteaba la cabeza también podía mirarla.El joven de cabello blanco estaba enfrente de Alice sonriendo y mirándola dulcemente. -¡Ya despertó! ¡Que alivio!- Alice intentó decirle algo pero su garganta le dolía mucho así que decidió mostrarle sus mas sinceros sentimientos al joven escupiéndole en el ojo.
El joven se tallo el ojo mientras soltaba una maldición.-Entiendo que este molesta pero entienda que no me quedaba opción.- Dijo el joven mientras se acercaba a Alice despacio.
Alice creyó que iba a golpearla o algo así pero fue interrumpido por el grito de una mujer muy escandalosa. -White ¡Trajiste una invitada para la cena real de esta noche! ¡muy bien hecho!- Así que el nombre de aquel apuesto joven era White. ¡Que ironía!-Claro majestad. ¿Quiere su hacha o usted lo ara?- ¿hacha? ¿para que querría una reina un hacha? ¿Y que quería decir White con "¿Lo hará usted misma?"
La reina soltó una carcajada.-Definitivamente lo haré yo.-
El Joven asintió y miro una ultima vez a Alice como si le doliera el verla en ese lugar, luego simplemente se dio la vuelta y se fue.
Alice escuchó el sonoro ruido de los zapatos de la reina hasta que esta se posó delante de ella.-Mmm... Veo que White trajo una bella y joven dama. Con lo que me gusta el cartílago joven.-
Alice estaba muerta de miedo ¿Que planeaba hacer esta mujer? ¿Que quería decir con eso del cartílago? Esa mujer era sumamente espeluznante. Pero para Alice lo mas espeluznante era la forma de sus manos. Parecía que tenia unas enormes garras. No. Si tenía unas enormes, filosas y rojas garras.
Toda ella era aterradora: Sus labios eran tan rojos como la sangre, sus ojos eran de un tono purpura oscuro, su lengua era como la de una serpiente, su cabello era de un rojo intenso y su piel era pálida como la nieve. Era horrible. Pero mas horrible era verla de frente. -¡Ah! Pequeña. Me contaron que eres nueva aquí. ¿Cual es su nombre jovencita?- Alice se sentía tan horrorizada que ni siquiera pudo responder a la pregunta de la Reina. -¡Te pregunte como te llamas!- Gritó la reina enterrando tres de sus garras justo en el hombro de Alice.
Alice gritó tan fuerte que fue recuperando su voz y fue inundando cada vez mas la sala.-¿TE PREGUNTÉ COMO TE LLAMAS NIÑA?- Alice no aguantaba mas.-¡ALICE!- La reina hundió más sus garras. -¡ALICE SU MAJESTAD!-
Alice ya no sentía todo su brazo. Solo sentía dolor y con sus ultimas fuerzas gritó. -¡ALICE SU MAJESTAD!- La reina retiró y lamió sus garras que pasaron de ser rojo cereza a rojo sangre.
-Humm... Tu sangre no sabe a Anima ni Elementa ni siquiera sabe a sangre estable. Eso quiere decir que... eres... eres una inestable... TU... TU PEQUEÑA....- la Reina termino su frase alzando sus garras.
Alice pensó que este era su fin. las lagrimas pasaron por sus ojos y con ellas el recuerdo de Sam.
De pronto una explosión hizo estallar el muro de la derecha y Alice vislumbró siluetas que entraban y rodeaban a la reina.A Alice se le cerraban los ojos hasta que un joven de cabello negro y ojos azules con un sombrero grande y feo apareció para liberar a Alice de aquella mesa.-Cálmate. Vendrás con nosotros.- Esas ultimas palabras resonaron en la cabeza de Alice antes de que se volviera a desmayar y el mundo se tornara borroso y distorsionado.
Alice se despertó encima de una cama con sabanas blancas y una cobija roja. La cabeza le dolía y su hombro herido estaba dormido.
Alice miró a su alrededor y solo miró una sencilla habitación con un tocador, su cama y un pequeño mueble con una vela encima que era la única iluminación de aquella sencilla habitación.Alice se sentó en su cama y se puso a reflexionar sobre todo lo que le pasó en el día "¿Como es posible que me halla desmayado en mi casa? Ademas ¿Como llegue aquí? y ¿COMO ES POSIBLE QUE ME HAYA DESMAYADO OTRAS 2 VECES Y NO HE CONTRAÍDO EL SBD? ¿QUE RAYOS ES ESTE LUGAR?" Alice se sentía confundida y el brazo comenzó a dolerle muchísimo.
Alice se quedo pensando y soltando una que otra lagrima hasta que el joven de sombrero feo entro con una bandeja de plata que contenía una taza de té y un plato con galletas. -¿Como despertó señorita?- Preguntó el joven.--¿Quien es usted y como llegué aquí?-
-Fácil. Nosotros la rescatamos de la la reina Red. Y respondiendo a su antigua duda, mi nombre es Souto.
-¿Souto?
-Si. Souto. ¿Y su nombre es?
-Alice.-Bueno Alice. Come algo y reúnete con nosotros para tomar el té.- A Alice le pareció algo extraño que terminando su té tendría que bajar a tomar mas té. Pero no quiso decirlo, eso era totalmente irrelevante por el momento.
Souto se dirigió a la puerta a paso lento pero Alice lo interrumpió antes de llegar a esta.
-Disculpe joven Souto. ¿Podría decirme donde estoy?- Souto se dio la vuelta y con voz animada y alzando un brazo, dijo.
-Usted jovencita Alice. Esta en ¡Nightmareland! Uno de los 4 reinos de Pagnea.-
-¿Pagnea? A que... Se refiere...-
-Señorita. Sea bienvenida-
De un modo u otro. Alice tenía que convencerse de la verdad.
Y la verdad, es que estaba soñando.