GUARDIANES

Cap. 5: Los Cristales

Luka

¿No les pasa que están de lo más a gusto en su bunker secreto, pero de repente ocurre un terremoto, tu mejor amiga desaparece y a los tantos segundos vuelve a aparecer en un portal mágico con un chico que parece caído del cielo, y les dice que ahora tu mejor amiga es la reencarnación de una diosa todopoderosísima la cual será la encargada de restaurar todo el caos ocurrido en la tierra?

No Luka, a absolutamente nadie le ha pasado esta mierda, ¿estás seguro de que no estas en tu quinto sueño?

Cien por cien seguro. Mi habitación no está hecha de donas como en mis sueños.

Aun así, no terminaba de asimilar todo lo que estaba pasando.

-Yo siempre he sido un fanático de esta historia- comenzó diciendo el chico de tez tan blanca que parecía que brillaba con la luz del lugar- Mi padre siempre solía contármela. La profecía de Akira, Diosa del universo y lo conocido, la cual poseía El Cristal Lunar; que le concedía poderes mentales y místicos alterando las leyes de la física conocidas. También existían otros cristales: El Cristal Bestial, siendo uno negro carbón; El Cristal de La Flama, siendo de un color rubí; El Cristal Armonioso, siendo como un lapislázuli; El Cristal del Amor, siendo semejante a un Quarzo de color intenso; El Cristal de La Antorcha, siendo de color esmeralda y El Cristal Solar, siendo de un color ámbar, este último es el más poderoso y está reservado para la que sea capaz de soportar su energía: ya que se dice que es la materialización de la propia Gaia.

Entonces si el Solar es el más poderoso, ¿Por qué no es el que debería tener Akira?

-Pues veras Luka, que Akira es la que enseñara a la próxima Gaia como se debe gobernar la tierra y como protegerla cuando esta la conozca.

Ese chico... ¿acaba de leer mi mente? ¿y como sabe mi nombre?

-Si, acabo de leer tu mente, es uno de los poderes de un ángel.

- ¿Qué eres un ángel?, pero acabas de decir que vienes del inframundo- pregunto Aila, con los ojos llenos de curiosidad que la caracterizaban.

-Es una historia bastante larga, pero algún día podre explicárselas- dijo este, sigo sin comprender bien lo que pasaba- Esto no parece real, de verdad estoy de frente a la salvadora de universos.

Se inclino hacia Luna y esta hizo un gesto algo nervioso, supongo que debe estar exhausta y extrañada por todo lo que ocurre.

-No hacen falta las muestras de devoción- dijo esta con una risa nerviosa- pero ¿si estas bien? Parecías estar herido por culpa de ese demonio, ¿Cómo dijiste que te llamabas? ¿Qué era lo que pasaba en ese lugar? -preguntaba esta inquieta por el bienestar del chico ángel.

-Me llamo Cyrus- dijo respondiendo a una de sus preguntas- Estaba siendo agredido por que no había cumplido bien con mi labor- hizo una pausa al ver que Luna y que todos los presentes nos quedábamos perplejos ante la situación.

-La cosa es que mis padres eran de escasos recursos, así que decidieron venderme a una familia de alta sociedad entre los demonios, aquellos que causaban la mayor cantidad de muertes de humanos y los que más se alimentaban de su temor eran conocidos como ¨de alta sociedad¨, me vendieron como esclavo para servirlos y ser de apoyo en uno de los tantos puestos de metalurgia que tenían, pues poseo de conocimientos como herrero y científico- explico este de una manera tan calmada como si no estuviese describiendo un hecho horrible.

- ¿Tus padres te vendieron como esclavo? ¿Familias de alta sociedad? ¿Herrero y científico? ¡Que locura! -dijo Aila sin poder creer todo lo que decía el tal Cyrus. Nombre más curioso que tenía este chico.