Cap. 11: Familias fuertes

1 0 0
                                    

Luka

Había salido temprano del instituto, así que decidí pasar primero por el trabajo de mi padre para después bajar al bunker. Él trabajaba en un gran bufete de abogados, uno de los más grandes de toda Nueva York, como era el director de la compañía, hizo que el bufete terminara siendo el negocio familiar; casi todos mis primos y tíos trabajaban ahí, y próximamente mis hermanos también.

Los Baker son conocidos por su personalidad fuerte y decidida, son imponentes y desprenden un aura de superioridad y poder.

Resulta curioso que uno de ellos sea solo un hazmerreir para la gente a su alrededor.

Yo no era precisamente el tipo de persona que pueda describirse como fuerte, decidido o imponente. Era algo más tranquilo, divertido y, como la mayoría dice, débil. Muy débil.

Desde que tengo memoria me han tratado como un bicho raro toda mi vida. ¿Por qué? No tengo ni la más jodida idea. Pero esa ha sido la razón por la que, en toda mi vida escolar, no haya tenido ningún amigo. Hasta que entre a secundaria, conocí a una marginada social como yo, con la diferencia que, en vez de protegerse a ella misma de los abusos de sus compañeras, me protegía a mí de los abusones de mi salón.

Yo creo que le gusto.

Pues si soy increíble, ¿A quién no le voy a gustar?

Que estupidez, si soy un asco.

Papá decidió meterme a una academia de inglés, para reforzar lo que ya había aprendido en el instituto. Nunca entendí para qué la verdad, pero creo que fue una de las mejores cosas que pudieron pasarme. Ahí conocí a Luna, pues ambos nos hicimos voluntarios para ayudar a los extranjeros a dominar la lengua; también conocí a Gabriela, ella era una extranjera también pues venía de Francia.

Ellas son mis mejores amigas desde hace dos años, nos hemos vuelto casi inseparables, debido a que los tres somos unos raritos en nuestro instituto. A diferencia de Gabi. Sus padres la abandonaron apenas nació y la dejaron en un orfanato en algún lugar de París, cuando cumplió doce años fue adoptada por una familia estadounidense y empezó a estudiar en una de las escuelas más prestigiosas de la ciudad, haciéndose popular por su personalidad atrevida, pero a la vez amable.

De los tres, ella es la más "normal" del grupo.

Luna es un caso, es tímida al principio, pero cuando agarra confianza es bastante amable y algo alocada, pero a la vez tranquila, es raro. Ella también me ayudó a acercarme a la chica que me gusta, Aila. Es el ser humano más hermoso que he visto en los últimos años, tiene un cabello castaño brillante, ojos del color de un bello atardecer, el rostro de un ángel encarnado, una figura espectacular para una chica de doce años, todo en ella es simplemente perfecto.

Si tan solo nos hiciera caso.

Me quede tan distraído pensando en ella que casi choco con algún empleado del edificio. Me dirigía al despacho de mi padre, estaba en un gran pasillo casi vacío; paredes blancas, algún que otro cuadro de arte abstracto, la pared de los empleados del mes. En el fondo estaba una gran puerta color gris, arriba de ella estaban unas letras color dorado que decían "Gerente Baker". Solo de acercarme a ella me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo.

En eso, se me vino a la mente la voz de Cyrus.

"El Cristal de la Flama representa la pasión y el sentimiento de nuestras acciones, podría pertenecer a una persona muy eufórica y enérgica, podrías cambiar el estado de ánimo de las personas con este cristal, lo cual puede ser muy conveniente para..."

Blah, blah, blah, ya entendí.

Traté de usar justo esos poderes, tratando de mantenerme más tranquilo mientras frotaba el cristal de mi pulsera sobre mi mano, pensando en transmitirme sentimientos de calma y todas esas cosas espirituales.

GUARDIANESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora