Helaena no podría decir que era la persona más comunicativa.
No había crecido sola, tenía a sus hermanos y a su madre, eso hasta que su hermano Daeron fue enviado a Antigua para ser copero.
Ella se había dado cuenta como su hermano y su sobrino molestaban a Aemond por no tener dragón, quiso hablar con Aegon, pero no logró nada. No culparía a Aegon, era solo un niño inmaduro que quería no pensar en sus deberes diarios, tampoco diría un santo. Sus sobrinos estaban en una edad en donde eran manipulables.
Sus rutinas eran las mismas, hasta que empezó a soñar cosas extrañas. Ciertamente no le hubiera puesto atención en unos de sus sueños no hubiera soñado con un cuervo hablándole. Una semana después, tres cuervos se posaron en su balcón y le comenzaron a hablarle.
<<El dragón negro está acá>> Había comenzado a decirle un cuervo.
Helaena solo escuchaba, tratando de captar sus palabras.
<<Pronto su sangre se derramará, alguien perecerá>>
<<Aquella libertad que tanto anhelas tener, pronto la tendrás>> Parecía que los cuervos se turnaban para hablarle.
<<Tuviste un papel importante en su vida anteriormente, volverás a tomar tu lugar>>
<<Advierte sobre las ratas, antes que sea tarde>>
Ciertamente Helaena en ese momento se sentía completamente perdida, no comprendía lo dicho por los cuervos, pero aún así memorizó cada una de las palabras.
Parecía que iban a volver a hablar, pero en ese preciso momento la puerta de sus aposentos se abrieron, momento donde escaparon los cuervos y dando entrada a su hermano mayor.
-¿Crees que Rhaenyra quiere que te cases con su hijo mayor?- había escuchado decir a su hermano.
-¿Cómo sabes eso?
-Madre me dijo- dijo Aegon, con la nariz arrugada- Al parecer ella quiere que tu y yo nos casemos y el rey ha aceptado.-
-¿Ha puesto fecha?- cuestionó ella, observando a donde antes se encontraban los cuervos.
-Lo antes posible, al parecer.
Ahí había quedado la conversación con su hermano ese día.
Luego apareció lo que parecía ser una doncella dando una profecía, dando así llamado al príncipe Daemon y su familia.
Su madre le había advertido sobre hablar con ellos, al igual que con sus sobrinos. Había visto a Aemond llegar a ella a decirle como quería ser amigo del hijo de Daemon, a lo que ella lo apoyó.
Pronto se dio la llegada a la familia, veía a Aemond entrenar duro para poder impresionar al hijo de Daemon o tal vez a Daemon, ya que según el, el niño tendría que ser muy buen espadachín al ser entrenado por el mejor.
Pronto su ilusión se fue deteriorando ya que no había logrado hacerse amigo del menor antes de irse.
Ella podría decir que aunque no le había hablado tanto le agradaba, los tres niños en general, pero cada que veía al menor de los tres sentía un dolor de cabeza, no del mal forma, es como si quisiera recordar algo que se le fue arrebatado.
Cuando se enteró que le madre de los tres niños había muerto sintió pena, Laena había sido completamente amable con ella en su estancia en King's Landing.
Al llegar al lugar se dio cuenta que el menor no se encontraba por ni un lado, luego se enteró por su hermano mayor que el menor fue el que encontró las cenizas de Laena.
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THE PROPHECY OF THE BLACK DRAGON'S BLOOD || HOTD & HARRY POTTER
FanficLas vidas de muchos colgando en las manos de un joven mago. Un trato con una diosa. Una profecía que cumplir. Secretos que ocultar. -Me parezco a Narcissa.- Comenta a nadie en específico el niño de tres años, mientras se observaba al espejo. -¿Quié...