Capítulo 4.

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Al tercer mes de embarazo, una madrugada Hao fue despertado por Hanbin.

—Hao. Despierta.

Hao casi quiso golpear a Hanbin porque realmente estaba cansado después del último concierto. Era temporada de premiaciones y debían estar continuamente viajando y los vuelos no le estaban haciendo nada bien a sus náuseas matutinas. Dormía poco y trabajaba mucho.

—¿Qué quieres?

Hanbin acarició su cabeza antes de jalar las sábanas afuera.

—Te lo explico en un momento. El gerente nos está esperando afuera. Alistate.

Hao gruñó mientras se retorcía. Después de una pequeña pelea terminó levantándose viendo que eran las 6 de la mañana. ¿Qué mierda quería Hanbin a estas horas? Si no era nada importante, lo mataría.

Se encerró en el baño viendo detenidamente su reflejo en el espejo. Sus mejillas estaban algo más grandes, haciéndolo ver más como un bebé y cuando levantaba su camiseta un pequeño bulto ya empezaba a apreciarse. Hao aun a veces le costaba creer que algo estaba creciendo dentro de él.

No se sentía real.

Lo único que le indicaba que algo había allí eran las náuseas, el cansancio y el creciente apetito voraz.

Se bañó y cambió a las prisas, terminando su rutina con un poco de gloss que le gustaba siempre llevar. De repente alguien entró al baño sorprendiendo a Hao a medio maquillaje. Era Taerae.

—¡Taerae! Me asustaste.

El susodicho miró de pies a cabeza a Hao.

—¡Wow hyung, te ves divino! ¿Piensas salir tan temprano en nuestro día libre?

Hao se sonrojó ante el halago y el escrutinio. Tampoco es que supiera bien a donde iba, y si era algo que Hanbin quería mantener en secreto.

—Bueno… Yo.

Apareció Hanbin en el pasillo impaciente.

—¡Hao! Tenemos que irnos que estamos llegando tarde.

Fue en ese momento que notó la presencia de Taerae. Y por la expresión parecía haber metido la pata.

—¿A dónde van ustedes tan temprano?

Por la forma en que el vocalista los miraba, Hao podía hacerse una idea de lo que estaba pensando de ellos dos. Pero no era momento de dar explicaciones. Salió del baño tomando a Hanbin del brazo y dirigiéndose a la entrada.

—Te lo contaremos más tarde. Creo. Adiós.

Y agitando las manos en despedida, ambos salieron del departamento como rayos.

Una vez fuera, Hao pudo respirar en paz. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que la camioneta del gerente estaba estacionada en el portal del edificio.

—Bueno, puedo hacer la misma pregunta que hizo Taerae ¿A dónde vamos tan temprano? Incluso pediste la camioneta al gerente. ¿A qué se debe?

Hanbin no respondió. Solo se subió al vehículo y esperó a que Hao se subiera también, el embarazado suspiró y de mala gana entró. Una vez dentro el líder habló.

—Jiwoong me pidió que te llevara al médico.

Hao se sobresaltó. ¿Por qué tendría que ir al médico? Estaba perfectamente sano.

—¡Qué! ¿Por qué?

—Vamos, piensalo. Por culpa de los horarios no han tenido tiempo de mirar como va el embarazo. Es importante que te revise un obstetra para confirmar que el bebé está creciendo bien y sin complicaciones. Jiwoong quería aprovechar que por fin tenían un día libre para verlo.

Luna de miel - Woonghao Donde viven las historias. Descúbrelo ahora