Cap 53

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Uno, dos, tres, cuatro

Cuatro sonidos al unísono, cuatros sonidos que eran capaces de perturbar su oído, cuatros sonidos que simplemente crean un malestar en su mente; Sin cuidado lanzó su móvil contra la pared de la habitación del hotel, totalmente histérica

Sus dientes se apretaron y en su mirada se lograba ver su enojo, debido a su situación; Odiaba la perfección en su difunto padre, odiaba sus ideales y odiaba la lealtad a él, odiaba a su hermano

¿Cuánto más debía mentir y manipular?

— Cariño— llamó el castaño, deslizando sus manos por los hombros de la mujer, en un vago intento de tranquilizarla— relájate un poco

— ¿Relajarme? — preguntó con molestia, bufando ¿Cómo podría relajarse? Todo estaba mal, no aceptaban el siquiera verla

¿Cómo podría tener éxito de esa manera?

— Disfrutemos un poco de esto — intentó persuadir, comenzando a masajear los delicados hombros, sonriendo al ver a Suran ceder poco a poco — debes mantener la calma y ser paciente

— Es muy complejo— admitió, estirando un poco su cuello, aligerando su ceño fruncido

Había viajado a Daegu como cada año con la vaga excusa de su aniversario o una salida de lujo, siempre con el mismo fin, buscar la cedencia de las memorias de su padre; buscar la manera de tener todo en su poder. Sin embargo, todo era tan complejo y siempre se veía rechazada en su deseo por la vitalidad de un testamento

Se veía rechazada por bases legales

No importaba cuantas veces visitara el hogar de su padre, en todas las ocasiones era desterrada al verse sus ambiciosas intenciones, solo necesitaba una firma, una estúpida firma

Una firma de su hermano y la mano derecha de su padre, quien se había encargado de resguardar todo, hasta el momento indicado, sin embargo, debido a sus presiones ese momento se vio aplazado por años, nadie de la fortaleza Min era consciente del paradero del menor de la familia

Y aquello traía un fuerte conflicto, un conflicto que desde un principio fue ocasionado por Min Suran

Un robo, un engaño

La culpa, el remordimiento, tal vez, aquello le ayudaría más de la cuenta

Solo no debía permitir que nadie se acercara a Seúl y que él permaneciera lo más alejado de Daegu

—He recibido un mensaje que tal vez te haga muy feliz— murmuró su esposo contra su mejilla con una amplia sonrisa, antes de besarla castamente — una noticia que te dará riqueza

Solo necesito tu mensaje #YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora