¿Puede una mentira cambiar tu realidad? puede que sí, después de todo la realidad de Yoongi fue cambiada por ello... fue ingenuo al caer en los encantos de un chico que pensaba como una vil serpiente
Se debía ser muy ingenuo como para permitir que...
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Era extraño, en ese momento ni siquiera él mismo sabía cómo se sentía
¿Acaso se había acostumbrado a aquel juego del tira y afloja?
¿Por qué solo no decía todo?
Tal vez solo era un cobarde que no estaba dispuesto a perder uno de sus amigos
¿Qué podía hacer alguien como él?
No podía hacer nada
Tal vez estaba consumido en la impotencia mientras caminaba por las calles de Seúl, había un buen clima y agradece la frescura que este le daba...Guardó sus manos en sus bolsillos y con su mirada un poco distante de todo, observo las tiendas, observo las personas en ellas y luego observo el cielo, sintiendo aquella maldita opresión en su pecho
¿Cuánto tiempo planeaba seguir así?...
Se preguntaba una y otra vez, era una conducta muy masoquista de su parte, otra persona solo se hubiera alejado sin decir nada o hubiera dicho algo, en vez de reír como él, tal vez todo era su culpa; miro el suelo, pateando una pequeña roca
—Eres increíble Taehyung— susurro para sí mismo, riendo levemente al recordar aquel beso
Había sido muy ingenuo al haber creído que Jungkook, no lo vería de mala manera al siguiente día... aun recordaba aquella mirada temerosa e incómoda al haberlo visto, aun recordaba también como el mismo castaño oscuro ponía en medio de ambos a Seokjin y también recordó muy bien como este solo dijo que se trató de un error de borracho...
¿Acaso los ebrios no hacían lo que de verdad sentían?...
¿Era solo una suposición?
¿Qué pasaría si Jungkook solo llegara a enterarse que él era gay?
¿Se alejaría?
Su mente estaba repleta de dudas, no podía pensar algo que no fuera un cuestionamiento; por ello mismo no fue consciente del momento donde comenzó a caminar por la calle, solo fue consciente de ello en el momento donde una motocicleta freno bruscamente enfrente de él, haciendo que intentara cubrirse con sus manos por el susto, algo que pareció un poco irónico para el conductor
— Oye ¡¿Acaso eres una clase de suicida?! — elevo la voz, llevando sus manos a su casco, quitándoselo y así observar mejor al chico atemorizado
—Lo lamento— se disculpó haciendo una reverencia, sintiéndose muy apenado— no mire al cruzar, pensé que estaba en rojo— se excuso
—No era así— miro a otro lado un poco irritado
—Lo lamento— volvió a excusarse, haciendo una nueva reverencia
