¿Puede una mentira cambiar tu realidad? puede que sí, después de todo la realidad de Yoongi fue cambiada por ello... fue ingenuo al caer en los encantos de un chico que pensaba como una vil serpiente
Se debía ser muy ingenuo como para permitir que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔
—Gracias— se limitó a decir, sin apartar su opaca mirada de las cajas entre sus manos— pero, ya no me médico— alzó su mirada hacia la de la mujer
—Solo me preocupo por ti cariño— sonrió, ocultando su fastidio por la clara negativa— solo estoy previniendo— aseguró, acercándose los pocos pasos, colocando sus manos por debajo de las ajenas— me es inevitable no preocuparme por mi hijo— fingió una mueca afligida, sosteniendo las manos del pálido, sintiendo como deseaba apartarse— no quiero que vuelvas a recaer— lo retuvo— mírate, te ves mal, devastado...mira esas ojeras ¿no has logrado descansar?
— Estoy bien— apartó su tacto con disgusto— no debes preocuparte por nada
—claro que debo, soy tu madre— colocó su mano en su pecho, viéndose de cierta manera preocupada ante Yoongi, quien solo volvió a mirar las cajas de pastillas, recordando el preciso día donde dejó de medicarse y comenzó a vivir una vida corriente... claramente hasta ese momento- aun eres muy joven Yoongi, ten en cuenta mis palabras
— ¿Tanto deseas manipularme? — preguntó con un mal sabor en la boca— que seas mi madre no te da el derecho de hacerme retroceder— señaló, elevando su mirada, sintiendo como su corazón comenzaba a bombear con enojo— ¿Estás preocupada realmente? O ¿solo deseas engañarme?
— Claro que lo estoy— frunció el ceño, mostrando un claro disgusto— solo quiero tu bien, ¿acaso he hecho algo mal como para merecer tu desconfianza? — retrocedió, mirando aquella mirada dudosa y desconfiada— me hieren tus acusaciones
—Yo... — bajo la mirada, sin ser capaz de mantenerla por un segundo más— lo lamento— se atrevió a decir, la impotencia comenzando a recorrer parte de su cuerpo— Suran, lo siento— repitió avergonzado de sus propias acusaciones; era consciente de cómo era su madre, sin embargo, no estaba en el derecho de señalar que todo lo malo en su vida fuera su culpa
— ¿Por qué no vuelves a casa cariño? — preguntó la mujer parada frente a él. No se atrevió a observar a los ojos a su madre— déjame cuidar de ti nuevamente— elevó su mano, apoyándola en el suave cabello del menor— como una madre debe cuidar a su hijo— sonrió, dejando pequeñas caricias en las hebras— vuelve a casa y deja de creerte alguien independiente— susurro en un tono suave y cálido, para algunos fuera sido un momento comprensivo y maternal, pero en realidad se trataba de una dominación silenciosa— volvamos a los viejos tiempos Yoonie
—No... — negó con su cabeza, tomando la mano que se movía entre su cabello, dejándola— estoy bien— aseguro, sintiendo la tensión en la mano ajena— si necesito de ti, te llamaré
—pero... — intentó intervenir, sin embargo, calló, reconociendo aquella mirada carente de brillo— está bien— sonrió con compresión— puedes llamarme o a Jungkook si nos necesitas
