La Princesa De Corazones

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Cuando llegó la noche, Morgie se encontraba en el baño de su dormitorio, terminando de lavarse la cara como parte de su rutina nocturna antes de acostarse a dormir. El agua fría le ayudaba a despejar su mente, la cual seguía atrapada pensando en las palabras de Uliana y sus amigos, y muy en el fondo también de las palabras de Bridget.

El sonido de la puerta del dormitorio abriéndose y cerrándose con fuerza le hizo darse cuenta de que Hook había regresado del castigo.

Morgie se secó la cara con una toalla y se dirigió hacia la habitación, encontrando a Hook —o más bien, James, como él lo llamaba— quitándose los zapatos con una expresión de evidente irritación.

—¿Qué tal te fue con el castigo? —Preguntó Morgie, tratando de sonar casual mientras se sentaba en su cama.

Hook lo miró con una mezcla de cansancio y fastidio, antes de dejar escapar un suspiro.

—Lo mismo de siempre. Pasar horas limpiando el maldito laboratorio —Dijo James, quitándose la chaqueta con cuidado y dejándola sobre una silla con el mismo cuidado—. Maléfica y Uliana se peleaban por cada cosa, y Hades no paraba de quejarse y lanzar su estúpida perorata de cómo un dios tenía que vivir más castigos estando ya en un castigo en el mundo humano y esa basura qué dice cada que se irrita.

Morgie asintió, estaba claro que no existiría ningún atisbo de conversación amistosa. Todo lo contrario, hubo un silencio incómodo entre ellos antes de que Morgie decidiera hablar nuevamente.

—James, sobre lo que pasó hoy…

—No creo que sea pertinente hablar sobre eso ahora mismo, Morgie —Hook dijo, lanzándole una rápida mirada—. Si quieres que trate de convencer a Uliana de dejarte asistir a las reuniones no lo haré porque sabes lo que ella va a responder.

Morgie bajó la mirada.

—No era eso de lo que quería hablar —Morgie respondió, pero Hook estaba más ocupado viendo su armario.

El pirata tomó su habitual saco rojo de su armario y volvió a ver a Morgie.

—¿Me das una mano?

—Sí —Respondió Morgie, parándose de su cama para ir junto al pirata, tomando aquel saco.

Eso era, sorprendentemente, una pequeña rutina común, Morgie ayudando a James a vestirse porque después de todo debe ser muy difícil vestirse con una sola mano. Cuando recién entraron a la Academia Merlín, Morgie notaba lo mucho que James batallaba para vestirse por sí solo y la mayoría de veces tenía que quitarse el garfio por su miedo a dañar alguna de sus costosas prendas.

Durante sus primeras semanas, James mencionó qué en su barco obtenía la ayuda del miembro más leal de su tripulación, un tal señor Smee. Entonces Morgie decidió empezar a ayudarle a vestirse y James tampoco se negó.

—¿No tenemos exámenes esta semana? —Preguntó Hook mientras Morgie pasaba el saco cuidadosamente por su garfio.

—Tú no, yo tengo un examen de hechizos mañana y no he terminado de estudiar —Respondió el joven le Fay.

Morgie terminó de acomodar el saco y James notó la mirada en su amigo.

—Ya se le pasara —Dijo de pronto, llamando la atención del hechicero—, Uliana solo esta enojada con ella misma por fallar y busca a quien más culpar, y como ese par de muchachas entrometidas desaparecieron ella buscó a alguien más con quien enojarse.

—Y eligió al inútil del grupo —Morgie contestó.

—No me refiero a eso —El pirata objeto.

—¿Ah no? Pues eso me pareció entender hace rato. Encontrar algo más acorde a mis habilidades, ¿no?—Morgie dijo, mirando al pirata—. Algo que incluso yo pueda cumplir, ¿no fue eso lo que dijiste?

The Changed DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora