Un Pacto con el Diablo... Literalmente

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NOTA:

Este capítulo es completamente humorístico y sin sentido. Solo para risas. Si quiere ir directo al lore, valla al capítulo 2..... Atentamente, el autor.

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?????: Arg... Mi cabeza. 

La voz de un joven irrumpe el silencio sepulcrar. Ver le resulta muy difícil, y el dolor de cabeza que tiene es infernal. Sus oidos silvan descontroladamente y aún así, no parecía presentar ningún dolor aparente. Que raro... No recordaba nada de lo que había pasado... Y... ¿Qué era este lugar? Estaba muy oscuro para ver algo. 

Entonces, la tierra tembló, y ruidos espantosos saturaron todos lados. Un intenso color ambar comenzó a saturar sus ojos, mientras veía como la tierra bajo sus pies se resquebrajaba en pedasos. Cada cosa que pasaba era aún más confusa que la anterior, pero el joven no podía simplemente quedarse sin hacer nada, cuando el propio suelo vajo sus pies se hacía pedasos. 

El joven se puso de pie, mientras saltaba a una plataforma más resistente, viendo como el lugar donde estaba parado se abría de la nada, y la propia lava comenzaba a brotar desde el subsuelo. Escalofriante. Pero la realidad lo aterraba hasta la médula. No había duda alguna. Él nunca creyó en nada de esto. Jamás siquiera tocó una biblia, pero ahora estaba en el mismísimo infienro, y lo sabía. AL menos eso era lo que sus recuerdos de jugan Doom le decían a su mente. 

Entonces, una enorme figura se alzó desde la propia lava. Un ser colosal y titánico, con piel roja y llamenate, y cuernos titánicos decorando su rostro demoníaco. Era una pesadilla viviente, una que agutí las mareas de lava y casi lo hace caer hacia una posible segunda muerte muy doloroso. NO había duda alguna, ese ser el mismísimo Satanás. 

Satanás: Jajajajaja. Regocíjate, patética criatura. Por que yo, el propio Satanás en persona sere quien hará tu... 

?????: Hola Satan. - Interrumpió el joven. 

El colosar mosntruo de rojo detuvo su discurso de condenación, cuando ese enano impertinente interrumpió su voz. Sin embargo, su rostro mostraba desconcierto más que otra cosa. Y cuando bajó la mirada, sus ojos se abrieron como platos al ver quien era. 

Satán: ¿Oro? ¿Qué rayos haces aquí?

Oro: A pues no se.... Tu dime... Yo no me acuerdo de nada. 

Satán: ¿En serio te moristes? Jo... Que pedo jajajaja. ¿Qué pasó?

Oro: No lo se. Realmente no recuerdo nada.

Satán: Déjame ver... 

De reponto, con un movimiento de su mano, el enorme demonio regente del infierno hizo aparecer un IPhone, cosa que no pasó muy inadvertida. 

Oro: Ja... Eres un chico pijo. 

Satán: ¿Lo dices por el celular? Es mejor que Sangsun y lo sabes. 

Oro: Bueno... Al menos eso explica por qué comprar un IPhone es como hacer un pacto con el diablo. 

Satán: Bueno... Todo mito tiene su trasfondo. En fin. Dejemos eso de lado. Veamos que rayos hisiste para acabar muerto. Mmmm.... O no... No puede ser. 

Oro: ¿Qué pasó? ¿Que hice? ¿Fue muy malo?

Satán: No, para nada. Solo te atropelló un camino, eso es todo. 

Oro: ¿¡Eso es todo!? ¡Que estoy muerto joder!

Satán: Ya ya... Si al principio es duro, pero ya lo superaras. - Oro cae al suelo derrotado. - Sabes, realmente no me gusta hacer eso. 

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