°04°

162 10 3
                                    

William Davis:

- ¡Otra botella!

Me encuentro en mí bar, viendo mí celular, y recordando a mí treasure. Mí niña hermosa, ¿Donde estas?, ¿En otra vida estaríamos cumpliendo un año juntos?

¿Formariamos la familia que teníamos en mente?
¿Aún me amas? Por qué te aseguro que yo si, te extraño muchísimo, y te amo.

Todos los días te recuerdo, como si hubiera sido ayer... Cómo si fuera un mal sueño, y me levantará contigo, llenándome de besos la cara, que me digas que me amas y que me vas a leer un libro.
O la vez que te sorprendiste que te tenía de contraseña, y aún te tengo... en todos lados te tengo amor mío. Nadie va a llenar el vacío que dejaste en mí corazón, no quiero a nadie más.

Tengo un libro, donde escribo cosas de ella que extraño, sus acaricias, sus celos de Charlotte, todo. Le escribo como si ella me estuviera leyendo, la dibujo a ella, acostada en mí pecho, las veces que estaba acostada leyendo, o la vez que estaba en el auto viendo la ventana...

Ella es el amor de mí vida... ¡Por qué mierda duele!

Ojalá la tuviera aquí alado mio... Pero todo es un ojalá, nada sucederá, lamentablemente.

Salgo de mí bar, no estoy tan ebrio. Prendo el auto, y me dirijo a la playa. En donde inicio todo...

La extraño por qué nadie se va a comparar con ella, me aleje pensando en que se iba a ir este sentimiento, pero fue todo lo contrario, se hizo más grande.

Me limpio algunas lágrimas que derrame. Mí primer noviembre sin ella, y no estoy soportando...

Llego a la casa de la playa, estaciono el auto, bajo, y camino hacia la antes nombrada. Sigue todo como lo dejamos, el mar me recibe con un hermoso ruido de olas, se escuchan preciosas. Sentir la arena es maravilloso, pero lo sería más si ella estuviera aquí...

No puedo dejar de pensar en ella, y nunca lo voy hacer, ella fue mí primer y último amor, no creo que me vaya a enamorar de nuevo.

Miro el cielo, está en un noto violeta, oscuro, hay muy pocas estrellas...

Se ve hermoso, las nubes. Agarró mí celular, y la veo en mí fondo de pantalla.

- Amor mío, ¿Donde estas?

E intentado muchas veces llamarla, muchísimas, pero no puedo, es algo que me prohíbe llamarla, escribirle.

Comienza a sonar, dando la presencia de la llamada de Fabián.

- ¿A qué hora vas a llegar Wil?

Oh, algo que no les conté es que no vivo en mí casa, vivo en la de ellos, y de paso les ayudo a pagar todo. Cada que entro a mí hogar, siento que algo le falta, su aroma, su presencia, es algo muy notable. Así que les pregunté si no les molestaba, y la verdad es que me dijeron que no, fui ahí, y duermo en el sillón. Si, no es muy cómodo, pero no me siento tan solo.

- Fabi, amigo, hoy no voy a ir.

- ¿Estuviste tomando?

- Bye bye amigo, y no olvides, ¡Amo a tu hermanaaaaa! - Grito y le cortó. - Uff, dejame divertirme.

Me acuesto en el suelo, y mira hacia el cielo.

Un Encuentro en Nueva York ( LIBRO ORIGINAL )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora