Dangerous Love

VIII

La respiración era agitada y sus piernas ardían, aventaba a cualquier persona que estuviera a mitad de su camino, sin detenerse a pedir disculpa. En dos minutos empezaba la clase y todavía estaba a mitad de camino para llegar al edifico donde tendría la clase. 

Había olvidado lo que se sentía llegar tarde a las clases, Max un loco de la puntualidad en lo que se refería a las clases porque a los dos retardos te ponen una falta y a las cuatro faltas podrían reprobarte. Max intentaba guardar sus faltas para el día que de verdad os necesite y este demasiado cansado para ir.

Corría sin parar, solo en su cabeza pasaba la idea de que no se tropezara porque aparte de que haría el ridículo sus esperanzas de no tener falta se arruinarían por completo. Corrió mucho más, estaba nadando en sudor, llegaría a su salón oliendo a sudor.

A la vista de Max vio el edificio, corrió mucho más rápido utilizando la poca fuerza que le quedaba y su último aliento. Brinco los escalones para acortar el tiempo y empujo con su hombro la puerta del edificio, tomando por sorpresa a una persona que estaba al otro lado. Pidió perdón y siguió brincando los escalones de dos en dos para subir al primer piso, dio los últimos pasos hacia el aula. 

La puerta seguía abierta y eso era mucho mejor para escabullirse, entro a pasos silenciosos agachándose para no llamar la atención del profesor, quedándose en la última fila de los asientos. Tomo asiento, llevando su mano a su pecho, le faltaba un poco de aire así que solo dejo su mochila en el suelo y movía su camisa para que le entrara algo de aire. Soplaba dentro de su playera para detener el sudor que estaba en todas partes de su cuerpo.

Recibió un pequeño golpeen su hombreo, giro su rostro y se encontró el rostro lleno de duda de su amigo, el solo le hizo un gesto para que le diera algo de tiempo. En el momento que se recupero, se incorporó y abrió su mochila para sacar su laptop e iniciar sus apuntes. 

—¿Por qué llegaste tan tarde? — Susurro Norris, arrastrando su silla para estar más cerca. 

Se oculto detrás de su laptop para no estar en el radar del profesor y contestar a su amigo. —No escuche mi alarma, me quede dormido y no me dio tiempo de nada. 

—Yo imagine que estaba ya en la escuela, no te escuche en toda la mañana y no pensé que estarías dormido. Te abría levantado. — A pesar de vivir en el mismo departamento los dos controlaban sus propios horarios y muy pocas veces se iban juntos a la escuela.

—Esto no es tu culpa, yo debí avisarte o dejarte una nota en el refrigerador. — El rubio bostezo y llevo sus manos a la boca para taparse. Durmió solo tres horas, el sueño todavía no se iba y solo quería regresar a su departamento a dormir. 

—¿En dónde estuviste ayer? ¿No te vi llegar a noche? 

Max ignoro las preguntas y saco su celular para tomar una fotografía del pizarrón. No entendía nada de lo que estaba escrito, después le preguntaría a sus compañeros. Se reclino en el asiento intentando mantenerse cómodo y solo escucharía lo que quedaba de clase en su cabeza no daba para pensar.

—¿Dónde estuviste? 

—En ningún lado, solo fui a pasear con mi moto. — Después de decirles a todos que olvidaría a Sergio, decirles ahora que se volvieron a hablar no sabría si sus amigos se lo tomarían bien. 

—¿Hasta tarde? Tú no eres así, que hiciste. 

Tapo la cara con su brazo, intentando no ver a su amigo. —Tuve una cita. 

—¿Una cita? ¿Con quién? — Le dio un mar de manotazos en el mano emocionado. —Por fin decidiste olvidarte de ese chico que solo viste una vez.