En un mundo de dragones y traiciones, Aelys Targaryen, la hija de un rey lejano y de Rhaenyra Targaryen, se enfrenta a un destino incierto. Sus sueños proféticos la guían hacia Desembarco del Rey, donde deberá luchar por su familia y el Trono de Hie...
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La mesa estaba llena de tensión y de dudas, Rhaena no sabía que pasaba mientras que Daemon juzgaba a Aelys con la mirada, Rhaenys cortaba un pedazo de carne con delicadeza, Adam sonreía contento y Corlys parecía interesado en la copa en sus manos, a diferencia de la cena de la noche anterior que fue amena y alegre, el desayuno era terrible.
—Pido saber que pasa - Rhaena fue la primera en hablar.
—Como te explico - Aelys junto sus manos de forma misteriosa —Él es tu tío-hermano y Daemon llegó en medio de la noche haciendo un escándalo.
—Sin contar que durmió en tu puerta esperando a que salieras. - Rhaenys llevo la carne a su boca, Aelys asintió.
—¿Tío-hermano? - Daemon la miro raro.
—Rhaena luego te diré todo con detalle, ahora necesito hablar con Daemon sobre este asunto y regresar, Alicent debe de estar como loca diciendo pestes de mi y de que huí antes de la boda.
—Lo dijo, Rhaenyra le dijo sus cosas - sonrió orgullo Daemon —Ahora habla hija.
—Los dioses me libren de ti - murmuró causando risa en los presentes. —Bueno, en síntesis, Adam es hijo del abuelo, un jinete dragón ahora, debo explicar eso sin arruinar la sucesión de Lucerys, así que ¿quien mejor que el príncipe canalla?
