En un mundo de dragones y traiciones, Aelys Targaryen, la hija de un rey lejano y de Rhaenyra Targaryen, se enfrenta a un destino incierto. Sus sueños proféticos la guían hacia Desembarco del Rey, donde deberá luchar por su familia y el Trono de Hie...
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Volar junto a su nueva hermana y su tío falso fue divertido, nunca antes había volado junto a otros dragones y ver a la luz del sol a Silverwing la hizo feliz, Bruma parecía contento con su nuevo jinete, al verlo supo que Laenor ya no estaba más en ese mundo y se ponía feliz de saber que Rhaenys y Corlys se habían despedido de él.
El bajar a tierra firme fue todo un reto, mientras Silverwing lo hacia con elegancia, Adam le decía a Bruma que bajará en su idioma natal, Aelys soltó a reír y grito por alto para que Adam le escuchara, pero fue envano, Valkirya bajo y Bruma la imito luego de un buen rato y de forma veloz.
—Eso fue aterrador. -Adam parecía mareado, Aelys quiso reír pero cayó en cuenta de algo, debía de explicarle a Rhaena lo que estaba pasando con Adam.
—¿Aterrador? ¡Fue increíble! Al fin tengo un dragón, y vaya que dragón - la menor parecía la más feliz, saltaba con alegría y reía con entusiasmo. —Espera ¿tu quién eres y porque estás con el dragón de mi tío?
—Él es Adam, Adam, ella es Rhaena Targaryen -los presento —Y sobre su identidad pues no te diré, debemos de regresar al castillo, debes de ir con nosotras.
—¿Por que?
—Me debes una apuesta y debemos de hablar sobre esto - Él asintió, Aelys emprendió marcha con una Rhaena habladora al lado, la joven parecía volver a vivir, ya no se veía triste y Adam... él tenía salud.
