En un mundo de dragones y traiciones, Aelys Targaryen, la hija de un rey lejano y de Rhaenyra Targaryen, se enfrenta a un destino incierto. Sus sueños proféticos la guían hacia Desembarco del Rey, donde deberá luchar por su familia y el Trono de Hie...
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Rhaenyra observo su reflejo en el espejo y sonrió, hoy tendrían visitas y se le había pedido ir lo mejor posible, no se esforzó tanto, todos siempre decían que su belleza era su mejor accesorio.
—La reina pide su presencia en el salón - Rhaenyra suspiro, desde que Alicent su ex amiga se había convertido en su madrastra esta siempre le ordenaba y exigía a ella.
Al ingresar al salón se encontró a su padre y a Alicent, ambos tomados de la mano, aquello le enfermo, aclaro su garganta captando la atención de ambos monarcas.
—Al fin llegas querida, el príncipe heredero de Zhulong esta por llegar. - el rey le sonrió, Alicent se alejo del rey y bajo hasta su puesto.
—Ven aquí Rhaenyra -la joven le ignoro, se posiciono en el lado contrario del trono y los invitados comenzaron a entrar, toda la corte estaba expectante con la llegada del imperio extranjero, Zhulong era un lugar de hermosos valles y montañas enormes, un lugar creado por los dioses se decía, un lugar que pudo haber tenido dragones, pero que no los poseía por una maldición.
