Salimos de la Sala de Menesteres agarrados de las manos, con una sonrisa que nadie nos podía quitar.
— Harry — dijo alguien a nuestras espaldas — ¿tu y __________ los hicieron? — era Ron.
*Espera, ¿qué? ¿Cómo que lo hicimos? Bueno, no todavía pero...*
— ¿Qué? — dijo Harry.
— Si, esconder el libro — dijo Ron.
— Oh, si — dijo Harry nervioso.
Miramos al frente y ahí estaba el profesor Slughorn, quien al ver a Harry se fue.
— ¿Aún no has tenido suerte con Slughorn? — le pregunté.
— Suerte — dijo Harry — Eso es. Solo hace falta suerte —.
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Harry decidió tomar la poción de Suerte Líquida para poder sacarle el recuerdo a Slughorn.
— ¿Y bien?¿Como te sientes? — pregunté.
— Excelente — respondió — En serio excelente — se levantó del sillón y nosotros del suelo. Estábamos en la SC.
— No lo olvides — dijo Her — Slughorn suele cenar temprano, sale a caminar y luego regresa a su oficina —.
— Si — dijo Harry — Iré a ver a Hagrid — se dio la vuelta para irse.
— ¿Qué? — dije — No, Harry tienes que hablar con Slughorn —.
— Tenemos un plan — dijo Her.
— Lo sé — dijo Harry — Pero tengo un presentimiento sobre Hagrid. Siento como si debiera estar con él esta noche. ¿Comprenden? –.
– No – respondimos los tres.
– Créanme – dijo Harry – Se lo que hago o la poción lo hace – se dio la vuelta y se fue con una sonrisa.
– ¿Creen que va a estar bien? – les pregunté a Ron y Her.
– Confiemos en él y en la poción – dijo Her.
Asentí y nos sentamos en el sillón de la SC a esperar a que volviera.
*Cuidate, Potter*
{...}
El clima se volvía cada vez más frío y oscuro, y yo no podía sacudirme la sensación de que algo terrible estaba a punto de suceder. Mientras esperaba a que Harry llegara, mi mente vagaba hacia el futuro. Habíamos superado tantos obstáculos juntos desde nuestro primer año en Hogwarts, pero esta vez sentía un temor creciente. La guerra estaba sobre nosotros, y no sabía si saldríamos con vida. No solo temía por Harry y por mí, sino por todos los que amo y aprecio. La idea de perder a alguien cercano era casi insoportable.
Se empezaban a escuchar murmullos conforme pasaban los segundos, algo habrá pasado para que todos estén así de alborotados.
Salí de la SC y seguí a los demás estudiantes. Llegué al patio del castillo y todos los estudiantes y maestros se hallaban ahí, rodeando algo o tal vez a alguien. Me acerqué para ver y vi a Dumbledore en el suelo.
Nuestra salvación, nuestra luz, nuestro guía, estaba ahí tendido en el suelo sin vida. Todo rayo de esperanza que tenía para que esta guerra termine bien, se estaba apagando. Él había muerto.
Todos mirábamos el cuerpo de Dumbledore que estaba en el suelo sin vida. Todos estábamos en silencio, cuando de repente apareció Harry. Miraba el cuerpo sin expresión alguna, el brillo que solía llevar en sus ojos estaba apagado. Se acercó a al cuerpo del que solía ser nuestro director y se agachó para quedar a su lado. Le retiro unos pelo que traía en al cara, recogió algo que estaba en el suelo y puso su mano en el pecho de Dumbledore. Apretó su mandíbula tratando de contener sus ganas de llorar. Me acerque y me agache para quedarme junto a él y lo abrase, puse una de mis manos en su cuello y con esa mano coloque su cabeza en mi cuello.
– Todo estará bien – le susurre al oído mientras acariciaba los pelos de su nuca – Estoy contigo y nunca te dejaré solo –.
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Después de ese momento de luto, todo Hogwarts estaba apagado. Apagado de un modo diferente a la última vez, que fue cuando Umbridge estaba en el poder. El GC estaba destruido, las velas estaban apagadas, los pasillos estaban oscuros y los estudiantes estaban deprimidos y con miedo por la guerra que está por llegar.
Ron, Harry, Her y yo decidimos ir a la torre de Astronomía para poder despejar la mente de todos estos sucesos que han estado ocurriendo. Ron y Her estaban sentados en el suelo y Harry y yo mirando el atardecer.
– ¿Crees que Draco lo hubiera... hecho? – le pregunté a Harry después de que nos contara lo que pasó.
– No – respondió – No, él estaba bajando su varita. Al final fue Snape. Siempre fue Snape y yo no pude evitarlo – abrió el puño que tenía cerrado en ese entonces y me dio el guardapelo – Es falso – mire a Harry – Abrelo – y así lo hice.
– "Para el Señor Tenebroso: Se que moriré antes de que usted lo lea, pero quiero que sepa que yo descubrí su secreto – acerque un poco el papel para leer con más claridad – Hurte el Horrocrux genuino para destruirlo cuanto antes. Acepto la muerte, esperando que cuando usted se enfrente a su destino vuelva a ser mortal. R.A.B" – termine de leer – ¿R.A.B? – repetí confundida y mire a Harry.
– No se – respondió – Pero sea quien sea, tiene el Horrocrux genuino. Todo fue en vano – hizo una pausa – Todo –.
Nos quedamos en silencio durante un momento hasta que tomé la mano de Harry y dije: – A Ron y a mis hermanos no les molesta, que hayamos regresado. Pero creo que debemos mantener los beso al mínimo cuando ellos estén presentes – Harry rió un poco.
– No volveré, __________ – me dijo – Tengo que terminar lo que Dumbledore empezó y no se adonde me llevara eso, pero les avisare cuando pueda donde estoy –
– Siempre admire tu coraje, Harry – dije – Pero aveces eres muy tonto – me miro y yo a él – No creerás que iras a buscar lo Horrocruxes tu solo, ¿verdad? – no dijo nada y seguí hablando – Nos necesitas – miramos al atardecer.
– Nunca me había fijado en lo pacifico que es este lugar – dijo Harry.
