PRÓLOGO

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Alguna vez has tenido el sentimiento de que conoces a alguien a primera vista, pero luego haces memoria y no la habías visto en ninguna parte

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Alguna vez has tenido el sentimiento de que conoces a alguien a primera vista, pero luego haces memoria y no la habías visto en ninguna parte.

Era raro, pero a él si le había sucedido.

Conoció a Cola de caballo cuando ambos estudiaban la universidad, en ese momento no le presto atención más allá de que era bonita y una posible rival en lo que calificaciones respecta. Aunque después hubieron algunos acontecimientos que le hicieron verla de una manera muy distinta. Como si la conociera de años.

Y tal vez hasta le gustó. No diría que estaba enamorado ya que esas palabras eran bastante fuertes.

Era patético ya que ella siempre estuvo muy enamorada del hijo de Endeavor, y luego el correspondió esos sentimientos.

A él principio pensó que Cola de caballo y Mitad y Mitad no duraría más de dos meses, pero cuando parpadeo ya habían pasado seis años, ambos seguían juntos y él había perdido todo tipo de pensamiento relacionado con Cola de caballo.

Nunca había tenido oportunidad de estar con ella, además de que nunca lo intento.

Hasta este día.

—Bakugo-san... ¿Puedo quedarme con usted unos días?

—¿Qué demonios?

Era extraño que ella estuviera en la entrada de su departamento a esas horas de la madrugada, lucia igual de bonita y elegante, aunque esas ojeras qué tenía debajo de sus ojos lograron opacar eso.

—Perdón si es inoportuno—se disculpo mientras miraba hacia le suelo apenada—si no puede no se preocupe, yo puedo busca-

—Me explicaras todo después—la interrumpio—pasa de una maldita vez

Luego de un rato donde el se ocupo de hacer un café ya que eran las tres de la mañana y no había dormido nada. Finalmente tomo asiento en el sofá donde igualmente Cola de caballo estaba sentaba.

Bakugo la miraba fijamente esperando que dijera algo, pero en cambio ella evitaba mirarlo a los ojos y jugueteaba nerviosamente con sus dedos. Aparentemente estuvo llorando por las marcas que tenía en el rostro, además de que lo único que tenía con ella era una pequeña maleta.

No sabía que era lo que había sucedido, pero todo apuntaba a que era algo malo.

—Luces patetica—hablo mientras le daba un sorbo a su café, ya estaba arto del silencio incómodo que se había formado en la habitación

—Lamento haberlo despertado a esta hora—dijo ignorando el comentario que había hecho anteriormente—no sabía a quien más pedir ayuda, mis padres están fuera del país y no quería preocupar a Kyouka ahora que esta embarazada, perdón si lo incomodo

Estaba verdaderamente intrigado por lo que sea que le había sucedido, probablemente se había peleado con Mitad y Mitad o algo así, ya que tenía entendido que ambos estaban viviendo juntos. Pero algo le decía que era mejor no preguntar por el momento.

—Ya deja de pedir disculpas, molesta—dijo intentando aparentar indiferencia—te puedes quedar en mi habitación, yo dormiré aquí en la sala

Después de todo su departamento era pequeño, apenas contaba con una oficina, una habitación, una sala, un baño y una pequeña cocina. Tal vez era perfecto para una persona, pero dos ya hacía las cosas un poco más difíciles.

Aunque Cola de caballo parecia no estar de acuerdo con la propuesta, ya que por primera vez en la noche le había dirigido la mirada. Eso no lo sorprendió para nada, sabía perfectamente que ella era demaciado modesta.

—Oh, no se preocupe yo me puedo quedar aquí—protesto—no pienso sacarlo de su habitación

—Y yo no pienso discutir por esto—se levantó del sofá—me quedaré en el sofá punto y final

Ella no dijo nada, tal vez por que sabía que no podía hacer nada contra el carácter de Bakugo.

—Gracias Bakugo-san

El peli cenizo no respondió y simplemente se fue a acomodar la habitación para su invitada.

Estaba convencido de que aquellos sentimientos que había tenido hacía ella ya no eran más que un recuerdo. Y definitivamente no tenían nada que ver con que la estuviera ayudando en este momento.

Aunque ella no escaparía de su interrogatorio mañana por la mañana.

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