Capitulo Cuatro

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El camino hacia el centro comercio era corto, y apesar de que cada uno tuviera su respectivo carro decidieron  ir caminando, ya que a ambos les parecia un poco absurdo llevar auto a un lugar que no estaba a más de cinco cuadras

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El camino hacia el centro comercio era corto, y apesar de que cada uno tuviera su respectivo carro decidieron  ir caminando, ya que a ambos les parecia un poco absurdo llevar auto a un lugar que no estaba a más de cinco cuadras. Además de que quería charlar con Bakugo quien era más hablador de lo que aparentaba.

No negaría que cuando llego a el departamento de Bakugo en la madrugada y con lágrimas en los ojos se sentía bastante incomoda, casi como si estuviera invadiendo territorio privado, que en realidad estaba haciendo.

Pero en pocos días logro hacerla sentir bienvenida, escuchándola y hablando con ella. Y claro teniendo el detalle de invitarla a salir, Bakugo había logrado cambiar su ánimo que tenía desde hace años en tan solo unos días y eso que solo estaba siendo amable con ella.

¿Qué tan mal tenía que estar como para que eso sucediera?.

—Llegamos—hablo Bakugo sacándola de sus pensamientos—¿A donde quieres ir primero?

—Umm este lugar es más grande de lo que imaginé—dijo mientras admiraba el lugar—nose ni por donde comenzar

No era un típico centro comercial, claro que tenía muchos locales, pero lo que más le sorprendía era que había vegetación en el lugar dándole más vida. Los lugares que solía visitar no pasaban de tener decoración elegante con paredes de mármol.

—¿Tienes ropa? Esa maleta con la que llegaste no parecía tener espacio para más de dos vestidos—dijo burlonamente

Y era cierto en realidad no lo quería admitir, pero había llegado con muy poca ropa ya que solo agarro lo primero que vio y se fue, solo que no había dicho nada pues suponía que era ropa que le alcanzaría perfectamente para una semana.

Solo estaría ahí una semana.

—Tú cara me dice que tengo la razón—sonrió victorioso—nose nada de ropa, pero hay unas tiendas que tal vez te gusten

La tomo por la muñeca para guiarla haciendo que algo dentro de ella se revolviera.

—No es necesario Bakugo-san—dijo intentando detenerlo—la ropa que tengo es suficiente para una semana

—No te hagas la humilde conmigo, se que eres de las que tienen armarios llenos de vestidos—dijo con cara de poker—estoy seguro de que ocupas almenos diez cambios de ropa a la semana

—De hecho son catorce y aveces más—no le gustaba usar la misma ropa diario y eso incluía pijamas ¿Sabes cuantos fluidos salen de tu cuerpo mientras duermes?

—Entiendes el punto—dijo nuevamente con esa sonrisa arrogante qué ponía cada que algo salía como él quería—vamos de una vez o no nos alcanzara el tiempo para hacer más cosas

—Esta bien—respondió dandose por vencida

Desafortunadamente Bakugo la había soltado y ahora ambos caminaban hombro a hombro en silencio. Pero no era un silencio incómodo, era más bien un silencio que le daba paz.

No tardaron en llegar a el lugar que Bakugo decía, era una tienda grande y con ropa bastate elegante, ya entendía por que la había llevado a ese lugar.

—¿Esta bien esto o prefieres ropa de Marca?—pregunto, aunque no supo descifrar si estaba hablando con sarcasmo o literalmente

—¿Qué imagen tiene sobre mi?—pregunto mientras miraba el lugar

—Eres una niña rica, no me sorprendería que todo tu armario sea de Christian Dior—soltó una risa mientras miraba los estantes con ropa

—Umm... No tengo tanta ropa de esa marca—respondió, si era cierto que utilizaba ropa cara pues eso era por que Todoroki se lo regalaba, pero en realidad nunca fue especial con la ropa

—Pero la tienes—susurro para luego sacar algo de la góndola—mira este te quedaría bien

Miro lo que Bakugo le estaba entregando, era un abrigo color crema que fácilmente le llegaba más o menos a la rodilla.

—Es bastante lindo—dijo mientras agarraba la prenda y la miraba de cerca, la tela era bastante cálida podría serle útil para los días de frío

—Bueno entonces no lo llevamos—dijo mientras se lo quitaba de las manos y se lo colgaba en el hombro—este será un regalo de mi para ti

—Oh, Bakugo-san eso no es necesario—Murmuró—usted a sido demasiado bueno conmigo como para darme un regalo

—Deja de ser estúpidamente modesta Cola de caballo—dijo mientras hacía una mueca—es un regalo aceptalo

—No creo merecer un regalo de su parte—dijo mientras desviaba la mirada y se cubría el rostro apenada—solo he sido un percance desde que llege con usted

—Joder, no eres un percance—hablo mientras le quitaba la mano de la cara para verla—te aseguro que si lo fueras ya te hubiera corrido de mi casa

—Usted está siendo amable

—Puede que si, pero no lo soy con todo el maldito mundo—dijo mientras presionaba su mano con más fuerza pero sin llegar a lastimarla—el punto aquí es que mereces que sea amable contigo, mereces que cualquier estúpido sea amable contigo sin deberle nada

La mano de Bakugo era mucho más grande que la suya y tenía callos resultado de su trabajo. Pero algo que le sorprendía era que eran cálidas. Además de que las palabras que le decía lograban calentar su pecho y acelerar su corazón, algo que no había experimentado en mucho tiempo.

Por más bien que se sintiera eso decidio frenarlo, pues estaba reviviendo antiguos sentimientos reprimidos. Además sabía que aquellos sentimientos no eran correspondidos y ahora menos que tenia novio.

—Gracias Bakugo-san—se solto de su agarre—usted tiene la razón

—siempre la tengo Cola de caballo—sonrió—vamos a ver más ropa y luego vamos a el cine

Bakugo avanzó hasta el siguente pasillo dejándola sola.

"¿Por que eres tan egoísta?" recordó aquellas palabras, aveces desearía no ser así. Sabía que era cobarde irse y aun así lo hizo, sabía que era egoísta al dejarlo todo por ir en búsqueda de una respuesta que tal vez ni siquiera existía.

¿Acaso nunca dejaría de ser mala persona?.

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