𝐈𝐍𝐅𝐄𝐂𝐓𝐀𝐃𝐎𝐒

Uno

Mi corazón latía tan fuerte que no puedo explicar tanto este sentimiento, prefiero distraerme hablando con las damas de honor que continuar emocionandome o llorar.

Mi pecho se cerraba cuando sentía que se aproximaba la hora

— Tranquila linda — Dijo mi madre tomándome los hombros y sonriéndome mientras nos veíamos al espejo.

— Estoy nerviosa

Lo admiti

— Te pareces a mi cuando me case, recuerdo que temblaba cuando estaba entrando al altar. Nomas que tu padre no era tan panson como ahora. — Rio

— Mamá 

Me reí junto a ella.

— TN pareces una princesa — Dijo con algo de lágrimas una de mis mejores amigas y dama de honor

— Lo es — La reto mi otra mejor amiga y esta se avergonzó un poco.

— Chicas vamos no peleen — dijo la diseñadora auyentando a mis damas de honor.

De pronto de escucho un golpe en la puerta y era uno de los escolta, nos miró y sonrió

— La limusina la espera señorita. El novio está entrando a la iglesia.

Sonreí al escuchar eso

— Si solo tengo que ponerme el velo y ya estoy lista.

Mientras subíamos a la limusina y todos atrás mio siendo yo el centro de atención. En eso sube mi madre atrás de mi y el conductor comenzó a manejar.

— Sabes hija, me hace realmente feliz que puedas casarte con el hombre que amas y que el te ama igual — Dijo mi madre al verme de blanco.

Se que soy el orgullo de ella

— Gracias mamá, estoy muy ansiosa y solo espero que todo salga como lo planeamos con evan.

— Estamos llegando a la iglesia señorita — Dijo el conductor, mientras la limusina iba lentamente.

La puerta se abrió y me escolto mi padre quien no paraba de llorar y sin poder decir nada.

— Papá me harás llorar... — dije mientras caminábamos hacia la puerta principal de la iglesia.

— Perdón hija, es que estas tan preciosa.

Sonrei alegre al oír eso. La puerta de la iglesia se abrió dejando ver a todos los invitados de pie, la música comenzó y en el fondo justo en el altar, se encontraba el amor de mi vida y padre de mis hijos.

Evan, este al verme se sonrojo y al instante agacho la cabeza, note como sus lágrimas se formaban, también llore lo admito. Verlo de traje era tan lindo.

Al subir al altar el me tomo de las manos y mirándonos fijamente finalmente dijimos el si acepto. Fue algo breve y emotivo. Estábamos yendo al salón donde se celebraría el casamiento.

— Felicidades TN, enserió todo muy hermoso, el novio, tú, todo. — Era una de mis tías

— Gracias tía

Evan me tomo de la cintura besando mis labios.

— Mi hermosa mujer — sonrió

— Esposo mio, ¿cuanto tengo que esperar para poder desnudarlo? — lo mire sensualmente y este sonrió perverso.

— Traviesa, tenemos que esperar a que se vayan todos — Rio

— Gua

Me queje exageradamente

— Te ves hermosa mi amor — me beso nuevamente

— Quiero que está noche sea especial.

— Lo será mi vida — me tomo de las manos

El vals había comenzando, bailamos hasta cansarnos, los tacones me estaban matando. Cada tanto me sentaba pero mucho no aguantaba, la mitad de los invitados estaban ebrios y era de madrugada ya.

3am para ser exacta, estaba buscando a Evan pero no lo encontraba, quería estar con él, después de todo ya estábamos casados y tendríamos que pasar una boda especial.

Fui al baño de mujeres, estaba algo vacío y me pareció raro que nadie esté vomitando. Me miré al espejo y estaba exhausta, mi cabello ya se estaba desarmando de aquel hermoso peinado.

Oí algunos ruidos en uno de los baños y golpee la puerta.

—¿ Se encuentra bien? — Los ruidos no eran normales.

Abrí la puerta y ahí se encontraba una de mis tías, su cara era distinta, sus ojos eran rojos y estaba largando algo de espuma sobre su boca.

Intento abalanzarse sobre mi como intentando morderme pero grite y corriendo salí del baño.

— ¡Evan! — Gritaba sin parar y tratando de advertir a los invitados que una de las tías estaba mal.

— ¿Que sucede TN? — Dijo mi prima viendo mi cara de preocupación y aterrada

Cuando estaba por decirle lo que vi, la mitad de los invitados estaban dementes, comenzaron a morder y descontrolarse a sí mismos, tome del brazo a steff, mi prima y salimos corriendo.

Asustadas tratando de no llamar la atención, nos escondimos en una de las habitaciones del salón, llena de globos y decoraciones.

—¿Que sucede TN? — dijo mientras lágrimas corrían sobre su rostro y se notaba asustada

— Tranquila, realmente nose, solo estaba buscando a Evan y cuando entré al baño... la tía estaba así

Se escuchaban los gritos de los invitados y muchos de ellos ya eran afectados por este virus. No podía creer que esto estaba pasando y justo hoy. No encontraba a Evan y estaba realmente aterrada.

— Debemos irnos de aquí, vamos july — Dije tomandola de los brazos para que reaccione.

— No puedo — Dijo llorando y alejándose de mi. — No puedo TN tengo miedo.

— Tenemos que irnos, nos van a encontrar, debo ir con evan. Porfavor ven conmigo.

Ella negaba con la cabeza mientras se alejaba de mi

— Lo lamento pero — Me enseño su brazo el cual estaba mordido y algo morado. — Me mordieron.

— No, no — No podía creerlo, comencé a llorar y a temblar — Ven conmigo, te aseguro que debe haber algo que pueda ayudarte

— No lo hay, se que no — Sus ojos ya no eran sus ojos, me fui alejando de ella y me golpee con una pared, miré hacia atrás y tome aquel hacha en la pared.

No recuerdo cuantos hachazos le di para que no me mordiera, pero mi cuerpo temblaba y mis manos y vestido blanco estaban llenos de aquel líquido rojo, sangre.

Sangre de una de las mías, en ese momento tomé coraje y me seque las lágrimas, estaba decidida, iba a buscar a Evan, y lo tenía que encontrar.

Saque aquel hermoso velo, tome un poco del vestido y lo raje con el hacha, ahora podía caminar y no caerme, mis pies dolían pero iba a tener que aguantar, tenía que salir del salón con mi esposo y luchar.