Capítulo 4

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Era mi primer día de clases en Hogwarts. Todavía me estaba acostumbrando a la idea de estar aquí, en este lugar que tantas veces había escuchado mencionar en casa.

Me levanté temprano, ansiosa por no perderme. Me puse el uniforme de Slytherin, me peiné y refresqué la cara. Después de asegurarme de tener todo lo necesario en mi mochila, salí del dormitorio y me dirigí hacia los pasillos del castillo, que comenzaban a llenarse con el bullicio de los estudiantes.

Justo cuando giraba una esquina, choqué con alguien.

-Mirándome con curiosidad- ¿Estás bien?

- Sí, lo siento, no te vi. -levantanté la vista y asentí-

--No pasa nada. Soy Theodore Nott. ¿Y tú eres...?

- Soy _____ Potter -estrechando la mano-

Theodore: Así que eres la famosa nueva de Slytherin. ¿Preparada para tu primer día?

-asentí mientras caminábamos juntos-

-Lo estoy. Aunque es un poco abrumador.

Theodore: Lo sé, pero pronto te acostumbrarás. No es tan malo como parece al principio. -riendo un poco-

Mientras caminábamos, Theodore me contó algunas cosas sobre las clases y los profesores, y me sentí un poco más tranquila al saber que no estaba completamente sola en todo esto. Había algo en su manera de hablar que me resultaba agradable, y mientras nos dirigíamos juntos al aula, me di cuenta de que este día podría no ser tan malo después de todo.

Theodore y yo caminamos juntos hacia el aula. Al llegar, encontramos dos asientos juntos y nos sentamos. La sala estaba llena de estudiantes, algunos charlando entre ellos, otros revisando sus libros.

Theodore: Mierda, olvide un libro en la biblioteca, ahora vuelvo

Theodore salió del salón y me quedé leyendo sola, aunque era un poco imposible por las charlas que tenían los estudiantes.

La clase estaba por comenzar y nunca vi a Theodore entrar, yo trataba de mantener la concentración mientras el profesor Flitwick nos enseñaba cómo realizar un encantamiento de levitación. La varita en mi mano parecía más torpe de lo que esperaba, y mi mente no podía evitar divagar sobre cómo sería el resto del día.

De repente, una chica pelirroja se sentó a mi lado, llamando mi atención. "Hola," dijo con una sonrisa cálida. "Soy Ginny Weasley. ¿Eres nueva aquí?"

Me giré para mirarla y asentí.

-Sí, soy ____ Potter. Es mi primer día.

Ginny: Estás teniendo problemas con el hechizo? Necesitas ayuda?

- No te preocupes, solo trato de no hacer el ridículo -respondí mientras solté una risa-

Ginny: No te preocupes, todos empezamos así. Si necesitas ayuda, solo avísame. Estoy aquí para eso. -sonrió y se sentó a mi lado-

Agradecí su amabilidad y pasamos el resto de la clase intercambiando consejos y trucos. Ginny parecía genuinamente interesada en ayudarme, y me sentí más cómoda en la clase gracias a ella.

Cuando el profesor Flitwick finalmente dejó de fijar la mirada en mí me escapé para ir al baño. Caminé por los pasillos, tratando de recordar la dirección que me habían dado. Mientras buscaba, escuché el sonido de unos pasos apresurados detrás de mí.

De repente, el estúpido rubio apareció frente a mí, bloqueando el paso.

Draco: Así que caminando sola por los pasillos, Potter? No es muy seguro, puedes perderte

Todos Menos Tú •Draco Malfoy Y Tú• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora