FUERZA Y PODER {Axel Blaze}

Primero analizar

El coche aceleraba por la calzada en la que transitaban. ¿Saben esas carreteras solitarias que te encontrabas cuando decidías dar un paseo por los rincones más extraños? Esas carreteras que no sabías a dónde llevaban y en la cuales nunca habías visto un coche transitarlas, pues en esas se encontraban las dos chicas.

Bella D'Oro y Alice Nore, dos jóvenes chicas, quizás demasiado elegantes a los ojos del mundo para todo el poder que poseían en su interior.

-Vamos Bella, quiero ver cómo suena ese motor

Bella aceleraba su preciado coche, mientras que Alice se encontraba sentada en el borde de la puerta del descapotado, tentando a la vida, tentando a la suerte... Como a ella le gustaba.

Un aston martin db5 negro, un coche que no cualquiera podía permitirse y que no cualquiera querría tener. Pero un simple coche describía a la perfección la personalidad de Bella: elegante y sofisticado, pero no cualquiera era capaz de apreciar la elegancia y belleza que este poseía, a su vez era exclusivo y solo con verlo ya no podías despegar la vista de este, no importaba si era tu estilo, simplemente destacaba entre todos.

No era su primera misión juntas, pero sí la que podría ser la más larga. Bella no estaba emocionada, ni lo más mínimo, pero su semblante era alegre y estaba disfrutando ese viaje con su amiga como si todos los males se fueran al recibir ese viento en la cara.

Pasaron por varios pueblos, sin entrar en ellos, pero simplemente verlos desde lejos era el mayor regalo que les podía dar la vida. No se cruzaron con ningún coche y durante todo el camino llevaban sus canciones favoritas a todo volumen, gritándolas como si estuvieran en un karaoke tras varias copas de vino en el cuerpo y la sensación de Bella era indescriptible.
La joven italiana llevaba un vestido blanco corto con su pelo rubio color oro suelto haciendo que este surfeara por las olas que creaba el viento a medida que avanzaba. Las gafas de sol le daban un toque misterioso, pero sin duda, el accesorio favorito de la italiana era la pistola que llevaba atada en la pierna y todas las armas letales que se encontraban en aquel coche.

Su compañera, Alice, también llevaba la suya, pillada con el vaquero y tapada con una camisa blanca. No lucían peligrosas, al contrario, serían las primeras en sufrir un atraco si los jefes al mando no fueran demasiado listos, pero eso le encantaba a Bella.

Era parte de su trabajo. Había sido entrenada para lucir como una más, ya que la elegancia y la belleza era cosa de ella, pero a su vez tenía el suficiente conocimiento para acabar con la vida de alguien en menos de un cerrar y en abrir de ojos si la situación se ponía peligrosa.

Y entonces, una llamada en el móvil de la rubia hizo a las chicas bajar la música del coche.

-Alice, ponlo en altavoz

La peli negra no tardó en ponerse bien en su sitio para coger la llamada.

-Es Giovanni —alertó Alice para posteriormente coger la llamada

-Chicas, ¿qué os queda para llegar a Inazuma?

La voz era tan ruda que a cualquiera lo habría desorientado, pero las chicas ya estaban entendidas de esto.

-En 30 minutos estaremos en el punto exacto

-De acuerdo— hizo una breve pausa— A partir de ahora no me llamaréis por este teléfono, utilizaréis el que os proporcioné para contactaros conmigo.