GRACE ALLAN
- Supongo que sabéis por qué estáis aquí, ¿no? - dijo Morton.
Lo admito, no tenía ni la más remota idea de lo que me estaba hablando esta señora. No había hecho absolutamente nada que pudiera hacerla enfadar. Todo había ido absolutamente perfecto. Hice lo que me mandaron en clase, no causé ningún tipo de problema, no me llamaron la atención en ningún momento, salí del instituto cuando acabé lo de... Ahh, Eleanor. Seguro que ella había hecho algo como venganza por lo que le dije.
- Ayer por la tarde violasteis una de las normas más importantes del centro, - dijo nuestra profe - insultasteis repetidas veces a dos compañeras vuestras, y las pegasteis sin piedad, superándolas en numero con una diferencia de cuatro contra dos.
Exactamente lo que yo había pensado, aunque, lo de que las habíamos pegado ¿se lo había sacado del culo o qué? Y también lo de que fue ayer. Ya han pasado un par de días desde eso.
- Ese comportamiento no es aceptado aquí, por lo que estáis castigadas a quedaros los diez próximos días lectivos una hora tras acabar las clases limpiando las aulas que os mande el personal de limpieza - acabó ella.
¿Limpieza? Ni de coña. Y menos por esto. Les había llamado perras, pero solo para decirle que eso eran ellas, no nosotras. Y no las habíamos pegado, no se que es lo que le habían contado, pero no era cierto, y no iba a limpiar porque esas dos mientan a la cara a los profesores y que ellos ni se den cuenta.
Fui a hablar para decirle educadamente, no quería más castigo, que eso no era cierto, pero antes de que me diese tiempo a decir nada Ally me agarro de la muñeca, dándome a entender que no debería hacerlo, que todo sería peor.
Gab contestó con un "vale, profesora Morton" a lo que ella respondió mandándonos de vuelta a clase y diciéndonos que la viésemos a la salida en esta misma aula.
- ¡Qué injusto! No hemos hecho nada de eso. - me lamenté.
- Mira, Grace, eres nueva y por eso no lo sabes, pero no hay que llevarles la contraria a los profesores en estos casos. Eleanor tiene... bueno, unos padres con mucho dinero, y ellos no van a dejar que su adorada y perfecta hija esté en ridículo bajo ningún concepto. - Me explicó Gab poniendo mucho énfasis en la palabra perfecta.
- Exacto, y los profesores les van a hacer caso ya que las familias con tanto dinero pueden hacer cosas contra ellos. Y eso la mayoría de ellos no pueden permitírselo. - añadió Ally.
- Así que tenemos que soportar injusticias de estas cada día porque Eleanor se cree tanto que a la mínima que la humillan tiene que correr a su papi para que la ayude con su dinerito a devolverla y no quedar mal frente a todos. Y toca aguantarse, porque a todo el mundo le pasa alguna vez si no forma parte del séquito de Eleanor. - Completó Daphne.
Ahí nos separamos, ellas a educación física, y yo a mates. Sinceramente, ahora mismo pagaría por estar allí con ellas y no con nuestra queridísima Eleanor en matemáticas. Se que están corriendo y me da igual. Correría hasta el fin del mundo ahora mismo por librarme de esta clase.
Entré y todos me miraban. ¡Qué vergüenza! Eleanor sonreía con malicia, claramente contenta con todo esto. La reté con la mirada y esperé, hasta que la apartó. Yo ignoré a todo el mundo que me preguntaba, y con el mentón bien alto me fui a sentarme en mi sitio. Me podían castigar, pero no humillar. Ya lo hicieron en mi antiguo instituto, y en el anterior también, no lo permitiría de nuevo.
Continué apuntando lo que el profesor explicaba, y así hasta que acabó la clase. Recogí mis cosas rápido, dispuesta a irme antes de que me hablasen. Pero, obviamente, los milagros no existen, así que no podía escaparme de ninguna manera de ella.
- ¡Eh! ¿Qué tal? Disfruta del castigo por mi, ¿quieres? Solo son diez días. Yo pedí más, en el fondo, las agresiones físicas deberían ser castigadas más severamente - me dijo Eleanor sonriendo. - Oh, tranquila, si podrás hablar mucho con Ally sobre ese ridículo librito que tanto os gusta. Otra estupidez más que tenéis en común.
- No insultes a Los Juegos Del Hambre - le dije -. Y, ¿sabes qué? Lo haré. Disfrutaré del castigo. Aprovecharé para estar más con ellas. Con mis amigas, - marqué mucho la palabra amigas. - tú, sin embargo, no podrías hacer eso, ¿no? ¿O si? Si es la segunda opción, espero que me aclares de qué amigas hablas, porque me gustaría conocerlas... - le dije y salí inmediatamente del aula, dejándola con la palabra en la boca.
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Yo No Elegí, Simplemente Soy Así
Romance4º eso no es un curso fácil para nadie, pero, ¿y para Ally Evans? ¿Lo será? Grace Allan llega nueva para acabar con lo que le queda de instituto. Allí conocerá a mucha gente nueva, pero, ¿Y su compañera de clase, Ally? Serán buenas amigas, pero, ¿y...