𝟎𝟕| 𝙷𝚊𝚌𝚒𝚊 𝚕𝚘 𝙳𝚎𝚜𝚌𝚘𝚗𝚘𝚌𝚒𝚍𝚘

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La  noche había caído, y todos estaban reunidos alrededor de la fogata, incluyendo los profesores. Las llamas danzaban, proyectando sombras caprichosas en los rostros de los presentes. El ambiente era cálido y acogedor, pero una tensión sutil flotaba en el aire.

Tom apareció en el borde del claro, cargando los troncos que había recogido. Al acercarse, sintió las miradas de todos sobre él. Sus ojos buscaron a Bill instintivamente. Bill levantó la vista y sus miradas se encontraron por un breve instante. Sin embargo, Bill rápidamente desvió la mirada, concentrándose en Hellen, que estaba sentada a su lado.

El profesor, notando la llegada de Tom, se levantó y se acercó a él

—Qué bueno que hayas traído más leña, Tom—dijo con una sonrisa—Pero no vuelvas a quedarte solo en el bosque. Es peligroso, especialmente de noche.

Tom asintió, sintiendo el peso de las palabras del profesor—Lo siento, no volverá a pasar—respondió, tratando de mantener su voz firme

Mientras Tom se acercaba a la fogata y dejaba los troncos junto a ella, podía sentir la incomodidad en el aire. Se sentó en un lugar vacío. Bill, por su parte, seguía concentrado en Hellen, hablando con ella en voz baja, como si intentara distraerse de lo que había sucedido.

La fogata crepitaba, llenando el silencio con su sonido reconfortante. Pero para Tom, el calor de las llamas no era suficiente para disipar el frío que sentía en su interior. Mientras se acomodaba, Oliver se acercó con una taza de café caliente y se la ofreció con una sonrisa amable.

—Aquí tienes, Tom. Te vendrá bien para calentarte—dijo Oliver, entregando la taza.

Tom aceptó el café con gratitud, sintiendo el calor reconfortante a través de la cerámica.

—¿Por qué estamos todos aquí alrededor de la fogata?—Pregunto Tom

Oliver sonrió y señaló al profesor de Ciencias Sociales, que estaba de pie junto al fuego, listo para hablar

—Al profesor se le ocurrió que sería un buen momento para contar la historia misteriosa de esta cabaña—

Tom asintió. Miró a Bill, que seguía concentrado en Hellen, y luego volvió su atención al profesor, que comenzaba a hablar.

—Esta cabaña tiene una historia oscura—comenzó el profesor, su voz grave y solemne—Hace muchos años, era un orfanato donde los niños no solo eran abandonados, sino también maltratados. Los cuidadores eran crueles y abusaban de ellos sexualmente, muchos niños sufrieron terriblemente aquí—

El silencio alrededor de la fogata se hizo más profundo, y todos los presentes escuchaban con atención, sintiendo el peso de las palabras del profesor. Tom, con la taza de café caliente en sus manos, no podía evitar sentir una conexión con los niños de aquella historia, atrapados en un lugar que debería haber sido un refugio, pero que se convirtió en una pesadilla

Todos los presentes alrededor de la fogata estaban atentos, sus rostros iluminados por el resplandor de las llamas.

—Los niños que vivían aquí eran sometidos a castigos severos por cualquier infracción, por pequeña que fuera—prosiguió el profesor —Los cuidadores utilizaban métodos crueles para mantener el control, y muchos de los niños sufrían en silencio, sin nadie a quien recurrir.

Tom, con la taza de café caliente en sus manos, sentía un nudo en el estómago al escuchar la historia. Miró a su alrededor y vio que los demás también estaban profundamente afectados por el relato. Hellen tenía una expresión de tristeza en su rostro, mientras que Agny parecía estar conteniendo las lágrimas.

𝗔𝗹𝗺𝗮𝘀 𝗥𝗼𝘁𝗮𝘀;  Bill and Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora