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La casa estaba sumida en un profundo silencio nocturno, esa paz absoluta que solo se logra en las primeras horas de la madrugada. Sin embargo, la quietud fue abruptamente interrumpida por un grito desgarrador.

—¡HYUNJIN! —la voz de Felix resonó como una sirena de ambulancia en la habitación.

HyunJin, profundamente dormido y ajeno a todo, apenas se movió. Estaba en ese sueño tan pesado que incluso un terremoto podría pasar desapercibido. No obstante, la intensidad del grito de Felix finalmente logró penetrar su conciencia.

—¡HYUNJIN, LEVÁNTATE! —volvió a gritar Felix, su voz llena de desesperación mientras se retorcía de dolor.

HyunJin abrió los ojos lentamente, su cerebro aún en una nebulosa de sueño. Apenas podía procesar lo que estaba sucediendo. Su visión borrosa captaba a duras penas la figura de Felix retorciéndose en la cama junto a él. Con un esfuerzo monumental, HyunJin se incorporó, frotándose los ojos con las manos.

—Felix… ¿por qué estás gritando? —murmuró con voz ronca, su cabeza aún cayendo hacia atrás por el cansancio—. Es de noche, deberías estar durmiendo… yo estaba soñando que estábamos en la playa…

Felix lo miró con incredulidad, su rostro empapado en sudor. El dolor de las contracciones lo atravesaba como cuchillos, y en ese momento, lo último que necesitaba era la somnolencia de HyunJin.

—¡HyunJin, el bebé va a nacer! —gritó Felix, sintiendo una nueva ola de dolor que lo hizo arquearse en la cama.

HyunJin parpadeó, tratando de conectar los puntos. ¿El bebé? ¿Nacer? Su mente, todavía medio dormida, luchaba por asimilar la información. La palabra "bebé" rebotaba en su cabeza como una pelota de ping-pong, pero no lograba encajar en el rompecabezas de su entendimiento. Con un bostezo, HyunJin se desplomó de nuevo sobre la almohada.

—Dile al bebé… —HyunJin murmuró con voz adormilada—… que espere un poco… son las dos de la mañana, ¿sabes?…

—¡¿Qué?! —Felix estaba tan asombrado que por un segundo el dolor casi pasó a segundo plano—. ¡HyunJin, no puedo esperar! ¡El bebé no puede esperar!

HyunJin giró sobre sí mismo, enterrando la cara en la almohada, murmurando algo incomprensible. Felix, en medio de su agonía, estaba perdiendo la paciencia. Con un movimiento brusco, empujó a HyunJin lo suficientemente fuerte como para que rodara fuera de la cama, haciendo que cayera al suelo con un golpe sordo.

—¡Ay! —HyunJin se quejó, finalmente despertando completamente al impacto—. ¿Qué… qué está pasando?

Felix respiraba con dificultad, sus manos agarrando las sábanas con fuerza. Cada palabra que salía de su boca estaba cargada de dolor y urgencia.

—¡HyunJin, el bebé está naciendo! —Felix gritó, desesperado.

El cerebro de HyunJin finalmente captó lo que estaba pasando. Sus ojos se abrieron de par en par, el sueño desvaneciéndose al instante mientras la realidad lo golpeaba como un balde de agua fría.

—¿Qué? ¡¿AHORA?! —HyunJin se levantó de un salto, casi tropezando con la alfombra en su prisa por llegar al lado de Felix—. Pero… ¡no debería nacer hasta la próxima semana!

—¡Díselo a él! —Felix gritó, doblándose por otra contracción. Su voz era una mezcla de dolor y sarcasmo.

HyunJin entró en pánico. Miraba a Felix y luego a la puerta, como si de alguna manera el universo le diera una solución mágica si miraba lo suficiente. Su mente estaba en caos, y por un segundo, parecía que no podía recordar cómo moverse.

Omega's Surprise // HyunLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora