Capítulo 25

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Tailandia quedará para siempre en mi mente, ha sido el mejor viaje de mi vida hasta el momento.
Me he emborrachado, he reído, he bailado, cantado, he conocido lugares verdaderamente increíbles con una naturaleza espectacular y con aguas cristalinas. Pero sobre todo recordaré el festival de luces al que asistimos ayer por la noche.

Compramos un farolillo y lo encendimos cuando era el momento, lo lanzamos al aire y disfrutamos de las miles de luces que había en el cielo.

-Es precioso- dice Celeste mirando fijamente el cielo- nunca lo olvidaré.

-Es único, me siento rapuncel- digo recordando mi película favorita de Disney, en la que en una escena hay un festival de luces.

-Chicos- nos llama Kala- gracias por este viaje, nunca lo olvidaré.

-Espero que al volver sigamos teniendo esta bonita relación- dice Lola- aunque no nos veamos hasta dentro de un mes casi.

-Aún así este viaje quedará para siempre en el recuerdo, porque lo que pasó en Tailandia- dice Héctor.

-Se queda en Tailandia- completamos el resto la frase.

Unas horas más tarde volvimos a la villa, pusimos música y bebimos.

-Soy feliz- digo de repente- viviría aquí para siempre.

-Edda y si nos mudamos- dice una Celeste bastante borracha.

-En un futuro volveremos con nuestras familias- dice Kala- pero de momento quedaros en Barcelona.

Dice mientras nos abraza.

-Prometemos volver en 10 años?-pregunta Lola.

-Si- unimos nuestras manos sellando la promesa-tengo que deciros una cosa- todos se sientan mirándome- este año me voy a Málaga a estudiar, voy ha hacer allí medicina.

Lola me abraza fuerte, lo siguiente que siento es a Kala haciendo lo mismo.

-Yo también- escucho la voz de Celeste- me voy contigo.

No habíamos hablado el tema y me da miedo que lo diga así en caliente porque está borracha.

-No quiero seguir en Barcelona, no quiero tener que aguantar a Cristian en las cenas- su familia y la de su ex son muy amigos- y mande currículum a varias universidades pero solo me cogieron en Barcelona, pero no voy a hacer la matrícula.

-Celeste tienes que estudiar algo- le digo yo- que pasó?

-Que no quiero ser médica como mamá, no me gusta nada- dice ella- lo que me gusta es escribir, y encontré una editorial en Málaga que trabaja con gente joven que está emprendiendo y les envié un manuscrito- nos cuenta- cuando vuelva veré que me dijeron, aún así mis padres no lo saben y no sé cómo decírselo.

Todos la abrazamos dándole nuestro apoyo, lo que está haciendo es muy valiente por su parte.

-Estamos lara lo que necesites- le dice Marc- si necesitas que vayamos a buscarte solo llámanos.

-Gracias- Celeste se limpia las lágrimas y se despide- me voy a dormir, buenas noches.

Son las cinco de la mañana, deberíamos de irnos todos a dormir, además mañana cogemos el vuelo de vuelta a las cuatro de la tarde.

-Yo me voy con ella- Kala sube a la habitación.

Lola y Marc se sientan en el sofá para terminar su cubata, y yo salgo a la terraza seguida de Héctor.

-Promete que me llamarás- me abraza por detrás- sea la una de la tarde o las 5 de la mañana.

-Te lo prometo- suspiro y digo en alto lo que tanto miedo me da- estoy un poco agobiada- Héctor nos sienta en una tumbona, dejando mi espalda sobre su pecho- quiero vivir esta nueva experiencia, pero al mismo tiempo no quiero irme de Barcelona, a veces me da miedo el irme y pensar qué tal vez no vuelva.

-No digas eso, vas a volver porque yo voy a estar en Barcelona esperándote- me besa una mejilla- Edda vive tu vida, disfruta de Málaga, estudia pero sobre todo pásatelo bien, aprovecha la época universitaria, hazlo por ti y por mi- me agarra una mano- no voy a entrar en la uni, voy ha hacer un curso de técnico deportivo y me voy a centrar en el fútbol, que es mi sueño.

Sus palabras no me sorprenden, sé que su sueño es ser futbolista y yo voy ha estar para apoyarlo porque es lo que se merece. Héctor se merece ser feliz y disfrutar de lo que le gusta sin importarle las opiniones del resto, haciendo lo que quiera. Me alegro de que quiera luchar por ello.

Me alegro de que Héctor haya decidido dedicarse al deporte, de que Celeste no vaya a la universidad por perseguir su sueño de ser escritora, que Lola vaya ha África a cumplir su sueño y que Marc le acompañe, y me alegro de que Kala haya decidido que lo que quiere es vivir en Barcelona y no en Grecia.

-Estoy orgullosa de ti- no veo su cara pero sé que está sonriendo- y del resto, estoy orgullosa de todos, de que vayamos a cumplir nuestros sueños.

-No cambies nunca- sus palabras se quedarán para siempre en mi mente- eres única, tienes luz propia Edda, tu sonrisa contagia la de los demás, nos haces creer que todo es posible y que aunque hay baches podemos conseguirlo- me abraza con fuerza- nunca dejes de ser así, porque de verdad que eres una persona especial y le agradezco a la vida que haya decidido ponerte en mi camino porque es lo mejor que me ha pasado.

Me giro y le beso, allí bajo las estrella de Bali, a diez metros del mar, escuchando a los animales nocturnos, disfrutando de ser solo yo y el, nosotros en nuestro mundo sin problemas y preocupaciones.

-Tortolitos hay que ir a dormir- nos dice Marc interrumpiendo nuestra paz- si no mañana no nos va a dar tiempo de recoger todo.

-Vale- Héctor y yo nos levantamos- acordaros de mandarnos fotos de África.

-No te preocupes lo haremos, aunque lo más probable es que os enviemos cartas porque mensajes sale muy caro.

-Me hará ilusión recibir una carta vuestra- Lola y yo nos abrazamos antes de entrar cada una en su habitación.

Me pongo una camiseta de Héctor y me meto con él en la cama, llevamos durmiendo juntos todo el viaje, de hecho terminé trayendo mis cosas a su habitación.

-Buenas noches Edda.

-Buenas noches Héctor.

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Holaaa, espero que os haya gustado. Pronto se viene una sorpresa. Un saludo❤️

Veneno y Envenenados|| Héctor FortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora