CAP 1

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POV LEO

El despertador sonó a las 6:30 a.m., como de costumbre. Me levanté de la cama, estiré los brazos y me froté los ojos, aún medio dormido. La luz del sol comenzaba a filtrarse a través de las cortinas, iluminando la habitación de una manera suave y cálida. Mientras me dirigía al baño, pasé por el espejo y vi el rostro cansado que me miraba de vuelta. Era el reflejo de una noche reparadora pero breve. Me duché rápidamente, el agua caliente ayudaba a despejar el sueño y a activar mi mente.

Una vez que terminé de ducharme, me sequé con una toalla y empecé a vestirme. Opté por un conjunto sencillo: unos jeans oscuros, una camiseta blanca y una chaqueta ligera de cuero. Me miré en el espejo mientras me abrochaba la chaqueta, ajustando los detalles para asegurarme de que todo estuviera en su lugar. Cuando estaba a punto de terminar de prepararme, recordé que debía enviar un mensaje a Jennie para desearle un buen día. Sin embargo, al revisar mi teléfono, me di cuenta de que estaba completamente descargado.

Fruncí el ceño y lo conecté al cargador, esperando pacientemente a que la batería comenzara a cargarse. Mientras tanto, me puse a recordar cómo conocí a Jennie, un recuerdo que siempre me trae una sonrisa.

Todo comenzó en una fiesta organizada por mi buen amigo Seulgi. Era una celebración típica con música, gente bailando y muchas risas. La noche estaba en su punto máximo cuando la vi por primera vez. Jennie estaba en el centro de la sala, rodeada de un grupo de amigos, pero lo que me llamó la atención no fue solo su belleza, sino también la manera en que su energía y carisma iluminaban el lugar. Tenía una presencia magnética que atrajo mi mirada desde el primer momento. No era solo su apariencia lo que me cautivó, sino la confianza y el entusiasmo con el que interactuaba con todos. Me encontré a mí mismo acercándome a ella, iniciando una conversación que se sintió tan natural y fluida que parecía que nos conocíamos de toda la vida.

Recuerdo que Jennie me habló de sus pasiones, sus sueños y su visión de la vida. A pesar de que nuestra conversación fue corta, me dejó una impresión duradera. Decidí invitarla a una bebida, y la noche continuó de manera sorprendentemente agradable. A partir de ese momento, empecé a buscar razones para volver a verla, para conocer más sobre ella y, eventualmente, para hacerla parte de mi vida.

Mi reflexión se interrumpió cuando el teléfono vibró suavemente, indicando que la batería había alcanzado un nivel suficiente para encenderse. Rápidamente, me metí en el mensaje que había preparado para Jennie y lo envié. Esperaba que le alegrara el día.

Luego, me dirigí a la planta baja de la casa, donde el aroma del desayuno ya llenaba el aire. Saludé a mis padres, quienes estaban en la cocina, conversando y preparando el café. Mi madre estaba colocando unos panqueques en la mesa, mientras mi padre revisaba el periódico con una taza de café en la mano.

-Buenos días- dije mientras me acercaba a la mesa.

-Buenos días, hijo,- respondió mi madre con una sonrisa. -¿Cómo dormiste?

-Bien, gracias-respondí mientras me sentaba en la mesa. -¿Qué tal tú y papá?

-Todo bien, gracias-dijo mi padre, dejando el periódico a un lado. -Estábamos hablando de ti y Jennie. ¿Cómo va todo con ella?

Suspiré mientras tomaba un sorbo de mi café. -Va bien, aunque a veces es complicado. Jennie es increíble, pero hemos tenido algunos desacuerdos últimamente.

-¿Complicaciones?- preguntó mi madre, con una expresión de preocupación. -¿Todo está bien entre ustedes?

-Sí, solo... a veces siento que es más intensa de lo que esperaba-admití. -No quiero que esto suene mal, porque realmente me importa, pero es como si cada pequeño detalle se convirtiera en un gran problema.

Tóxica -Jenlim - Jenlisa -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora