CAP 48

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POV JENNIE

Despierto con el sonido irritante de la alarma, apago el teléfono rápidamente y lo reviso, esperando ver un mensaje de Leo. Una llamada perdida, algo. Nada. Ni un solo mensaje.

Resoplo y lanzo la almohada contra la pared.

-¡¿Por qué no ha mandado nada?!- murmuro, furiosa. No puedo evitar sentir cómo la frustración crece dentro de mí. Necesito hablar con él, necesito que me diga que todo está bien, que podemos arreglar esto.

Me levanto de la cama y me dirijo al baño. Necesito pensar. Mientras el agua cae sobre mí, mi mente sigue revoloteando entre el enojo y la desesperación. ¿Por qué no me ha escrito? ¿Acaso realmente está tan molesto? No puedo dejar que esto siga así.

Salgo de la ducha y miro mi armario. Hoy tengo que provocar una reacción en él. Si eso significa vestirme con lo mejor que tengo, lo haré. Me pongo un conjunto negro ajustado, con unos jeans de cintura alta que siempre han sido mis favoritos y una blusa roja que se ajusta perfectamente a mi cuerpo, dejando mis hombros descubiertos. Decido agregar una chaqueta de cuero encima para darle el toque final. No solo quiero que me vea, quiero que no pueda quitarme los ojos de encima.

Me miro en el espejo mientras termino de alistarme, aplicándome un poco de labial rojo. No puedo evitar pensar que esta es la forma en la que siempre solía mirarme antes. Me maquillo con cuidado, delineando mis ojos para darle más intensidad a mi mirada.

-Esto debería funcionar-, me digo a mí misma.

Bajo a la cocina para desayunar, aunque el apetito no me acompaña. Mientras mi mente sigue en Leo. ¿Será que no me quiere más? No... no puedo pensar así. Hoy lo haré mirarme, le haré pedirme perdon, lo haré recordar por qué estábamos juntos en primer lugar.

Bajo las escaleras y veo a mis padres ya en la cocina, desayunando como todos los días. Intento mantener una sonrisa en el rostro, aunque mi cabeza está en cualquier parte menos aquí.

-Buenos días-, les digo mientras me acerco a la mesa.

-Buenos días, hija-, responde mi papá, con su típico tono alegre. Luego, cambia de expresión y me mira con una sonrisa traviesa. -Oye, Jennie, ¿y Leo? Quiero mostrarle una botella que compré. Es un Macallan de 18 años. Seguro le encantará.

Mi mamá se une a la conversación.

-¡Sí! Quiero verlo también. Ese chico no ha venido a visitarme lo suficiente últimamente. Lo voy a regañar cuando venga.

Maldigo mentalmente. Genial, ahora también tengo que lidiar con esto. No les he dicho a mis padres que Leo me terminó. Todo por una estúpida escena de celos. No puedo soportar la idea de contarles que todo se acabó.

-Le diré a Leo que venga pronto, mamá. No te preocupes- les respondo, intentando sonar lo más casual posible- y oye papá crees que me puedas llevar hoy a la escuela- preguntó no siendo sospechosa.

Tomo asiento frente a ellos, mientras mi papá me mira con una ceja levantada.

-¿No quieres que te lleve Leo a la escuela hoy?-, pregunta mi papá, claramente confundido. -¿Por qué te llevo yo? Si siempre te recoge él.

Mi mente empieza a correr rápidamente. Necesito una excusa, algo creíble.

-Ah, sí... Lo que pasa es que Leo está ayudando a Jisoo a llevar una maqueta gigante a la escuela hoy. Ya sabes cómo es Jisoo cuando conduce... siempre a mil por hora. Leo dijo que mejor lo acompañaba para asegurarse de que la maqueta llegara bien- improviso, mientras mantengo una sonrisa nerviosa en el rostro.

Mi papá parece considerar mi respuesta y finalmente asiente.

-Bueno, eso tiene sentido. Jisoo maneja como un loco- dice, riendo.

Tóxica -Jenlim - Jenlisa -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora