Ke Sientes

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Plottier, Neuquén, Argentina. 2015

Yo estaba en la plaza a unas cuadras de la escuela en la que hoy iban a hacer una batalla de Free. Ya había pasado a la final y estaba esperando a que sea mi turno de nuevo, cuando noto la presencia de Rubí que estaba a un lado de la batalla observándome.

Sonreí al ver que ella se encontraba ahí, hacía mucho que no venía a verme a mis batallas. Así que con una sonrisa me acerqué a ella para saludarla con un beso.

Tomás: Como estás amor? -Pregunté dejando un beso delicado en sus labios.-

Rubí: Bien.. -Respondió en una forma que él no era normal en ella.- Un poco cansada. -Continuó.-

Iba a preguntarle algo pero me interrumpen los de la compe llamándome ya que justo había llegado mi turno para batallar la final.

Rubí: Anda, rómpela. -Dijo con una sonrisa y dando leves palmadas en mi hombro.-

Yo solo asentí con la cabeza y fui hacia donde estaba el resto ya que estaban por empezar.

Al final terminé ganando yo.

Rubí se acercó a mí con su usual confianza pero con una sonrisa que en su momento había sido leve y cálida, pero que ahora parecía falsa y forzada. Sus ojos reflejaban una mezcla de inquietud y determinación, algo que no podía ignorar.

Rubí: Tomás... necesitamos hablar. Necesito decirte algo  -dijo con un tono casi inexpresivo que no dejaba lugar a dudas.-

Sentí un nudo en el estómago. Algo en la forma en la que me miraba me decía que no era una conversación normal. Me dirigí con ella a una parte un poco más apartada de la plaza mientras caminábamos derecho y sin rumbo hacia vaya a saber donde. La brisa fresca de la tarde nos rodeaba, y la luz apaga del día nublado creaba un ambiente que contrastaba más fuertemente la tensión de ese momento.

Tomás: Qué pasa? - Le pregunté, tratando de mantenerme calmado.-

Rubí respiró hondo y empezó a hablar con un tono serio que me era poco familiar. Me explicó que había tomado decisiones que cambiarían su vida y, por ende, también me incluía a mi. Mencionó algo sobre nuevas amistades, su nuevo trabajo y diferentes prioridades, y el deseo de "tomar rumbos distintos".

Me sentí atrapado entre la incredulidad y el dolor. Las palabras salían de su boca, pero no lograban conectar con la realidad que yo conocía. Era como si todo lo que compartimos durante esos años no significara nada. Mi mente luchaba por encontrar una explicación lógica, pero las mentiras y evasivas que usaba solo me confundían más.

—No entiendo Rubí —dije tratando de mantener mi voz firme—. Por qué me estás diciendo esto ahora? No podemos hablar esto de una mejor forma más tarde?

Ella evitó mi mirada y negó, dando por terminada la conversación. Sin más explicaciones, se despidió de mí con una frialdad que no se correspondía al cariño que alguna vez creí que nos unía.

El impacto fue inmediato. Mi corazón se hundió al ver cómo se alejaba, sintiendo que algo profundo se rompía dentro de mí. La sensación de traición y abandono se asentó como un peso que no podría soltar. Aquella tarde, mientras observaba su figura alejarse entre la multitud de estudiantes, comprendí que algo esencial había cambiado para siempre.

Nunca comprendí por qué me hiciste eso y de esa manera Rubí.

Todo en la vida vuelve... - C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora