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Pov's Tomás:
Los pibes habían me invitaron a una joda en la mansión esta noche y como no tenía nada mejor que hacer, acepté.
Cuando llegué la música ya estaba a todo volumen y la mansión estaba llena de gente. Me dirigí hacia la mesa de los tragos y me serví algo mientras observaba el panorama.
A pesar que estaba un poco cansado, haber salido un rato con mis amigos me desconectaba un poco de otras cosas.
Estaba hablando y fumando con Mauro e Ivo cuando noté que una piba que estaba un poco alejada de nosotros, se me hacía bastante conocida. Aunque no le dí mucha atención al principio, había algo en su forma de moverse y en sus expresiones que captó mi interés resultándome bastante familiar. Ella estaba bailando junto con la novia de Mauro, Emilia, así que supongo que deben ser amigas.
Yo seguía mirándolas mientras le daba otra calada al cigarrillo hasta que vi que no reacciono de una muy buena forma al darse cuenta de que yo las estaba mirando. Sus ojos se agrandaron y su rostro mostraba una expresión de incomodidad que no pude ignorar. Emilia la sacó de la pista y las vi salir afuera de la mansión.
Decidí seguirlas silenciosamente para intentar entender mejor qué era lo que estaba pasando. Desde una distancia prudente, escuché una parte de su conversación. La chica le contó a Emilia sobre un "Tomás" y le confirmó que ese mismo Tomás era yo. Fue en ese momento cuando entendí por qué había su reacción había sido tan fuerte.
Ahí fue cuando me di cuenta de que esa piba que me resultaba tan conocida no era otra que Rubí. La misma Rubí a la que no pensaba ni quería volver a ver nunca más en mi vida. Mi sorpresa de ver a Rubí en el mismo lugar que yo me impactó. No esperaba encontrarme con ella y menos en este contexto, y claramente, ella tampoco esperaba verme a mí.
Desde mi lugar, pude ver cómo Rubí y Emilia estaban sentadas afuera, hablando en voz baja. Su conversación no era fácil de escuchar, pero pude captar fragmentos que me dieron a entender que el verme le había afectado a Rubí. Apenas noté que se estaban por volver a entrar me fuí rápido para volver a donde estaban los pibes y fingir demencia de todo.
Mi noche estaba yendo bastante bien hasta que la vi y la reconocí, sentí una mezcla de rabia y tristeza. Recordé nuestro pasado, de cómo algo que había empezado de una forma tan linda terminó de esta forma. En ese momento se vino a mi mente aquellos recuerdos que me volvieron a abrir heridas en las cuales había dejado cicatrices. Verla nuevamente, más específicamente en este contexto tan inesperado, me hizo revivir esos recuerdos y sentimientos dolorosos. La forma en la que ella estaba reaccionando ahora parecía una confirmación de que esas heridas aún estaban abiertas no solo en mi, sino que en ambos.
Intenté volver a integrarme en la fiesta con los demás, pero mi cabeza estaba en otra. No podía evitar sentir que la noche se había vuelto tan tensa, así que decidí meterle la primer excusa que se pasara por mi cabeza a los pibes e irme a mi casa para poder dejar de pensar en todo esto.