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Me desperté temprano porque tenía que ir al estudio a ver un par de cosas para un nuevo videoclip para una nueva canción. No desayuné ya que no tenía el hambre suficiente como para hacerlo. Me vestí y arregle lo mejor que pude y me fui directamente al estudio. Para mí suerte el tráfico estaba sorprendentemente mucho más ligero de lo normal, lo que facilitó mucho mi trayecto al estudio.
Cuando llegué, me encontré con algunos miembros del equipo ya trabajando en sus cosas. El ambiente estaba lleno de actividad; los técnicos ajustando unas luces, el equipo de cámara preparando ángulos, y la directora revisando las tomas previas, así que me acerqué a uno de los asistentes para ponerme al tanto de los últimos detalles. La sensación de anticipación era notable.
Pasé a la sala de control para revisar las primeras pruebas del set, asegurándome de que todo estuviera bien para cuando comenzáramos a grabar. Mientras observaba las pruebas, noté algunos ajustes menores que necesitaban hacerse para mejorar un poco el resultado que esperábamos; así que aproveché la oportunidad para hacerle algunas sugerencias la directora sobre ciertos ángulos y cambios en la iluminación.
Después de un rato de ajustes y pruebas, el set ya estaba listo, así que decidí tomar un breve descanso y me dirigí a la sala de descanso pero en el camino un nudo se formó en mi estomago, acababa de ver a la persona que menos esperaba cruzarme acá, Tomás. Estaba a unos metros míos, de espaldas a mi, así que afortunadamente todavía no se había dado cuenta que yo estaba detrás de él a menos de 20 metros.
Decidí alejarme con cautela para irme a la sala de descanso pero sin lograr llamar su atención. Tomás estaba inmerso en sus pensamientos y parecía no haberse dado cuenta para nada de mi presencia. Parecía estar esperando a alguien, vaya saber si a alguno de los técnicos o a quién, lo que la verdad no me importaba para nada en lo absoluto. Lo único que quería era lograr salir de ahí sin que se diera cuenta de que yo estaba ahí. Pero igual me preguntaba qué estaba haciendo él acá, ya que no estaba al tanto de lo que fue de su vida.
Con toda la cautela, el sigilo y ni hablar de la mayor suerte del mundo logré escaparme de ahí y me fui directo a la sala de descanso rogando de que Tomás no se le ocurra o tenga que ir para ahí. Me senté en un rincón tranquilo y traté de calmar los nervios del momento que me habían logrado quitar el poco apetito que tenía, y me puse a revisar unas notas en mi teléfono, intentando distraerme de la inesperada situación. Me preguntaba qué habría sido de él desde la última vez que nos vimos y el por qué estaba en el estudio y justo en ESTE estudio.
Afortunadamente, el tiempo pasó sin que Tomás apareciera en la sala. Mi mente, sin embargo seguía dando vueltas. Pensaba en lo que podría haber pasado si él se hubiese visto ahí.
Después de un rato, el descanso terminó y me dirigí nuevamente al set ya que grabación estaba a punto de empezar y necesitaba concentrarme en el trabajo. A ese punto suponía que Tomás ya se había ido. Así que camine de vuelta al set hasta que veo a Tomás al final del pasillo conversando con uno de los técnicos. Aunque traté de pasar desapercibida, me di cuenta de que él estaba bastante cerca de la entrada del área de grabación. El último lugar donde quería encontrarme con él era en medio de mi trabajo, y prefería evitar cualquier posible interacción con él que obviamente iba a ser incómoda.
Decidí tomar un camino alternativo para evitar cruzarnos, yendo por un pasillo lateral que llevaba a la sala de control. Pero a pesar de mi intento de evitarlo, él notó mi presencia y ahora estaba hablando con el técnico mientras dirigía su mirada fijamente hacia mi. No pude evitar sentir una fuerte tensión al sentir su mirada en mi, era una mirada llena de bronca y rencor, era muy notable el odio en ella. Sentí un nudo en el estómago al percibir la intensidad de su mirada. Me esforzaba por mantener la calma y seguir mi camino hacia la sala de grabación, tratando de no dejar que esta tensión afectara mi concentración.
Mientras pasaba por el pasillo lateral, me di cuenta de que Tomás había empezado a acercarse hacia mí. No podía ignorar el hecho de que él podría querer hablar conmigo sobre cosas del pasado que era último que quería en este momento, y me preguntaba qué había provocado esa reacción de acercarse repentinamente a mi.
Afortunadamente, al llegar a la sala de grabación, cerré con seguro la puerta del espacio y me concentré en revisar los últimos detalles del material grabado. La sensación de anticipación y el enfoque en el trabajo ayudaron a desviar mi mente del incómodo encuentro. El rodaje continuó con éxito, y me centré en asegurar que todo estuviera listo para la fase final del proyecto. Sin embargo, no podía evitar el malestar que me había causado el encuentro.
Decidí que lo mejor era proceder con mi trabajo e ignorar lo que pasó. Verifiqué que todo estuviera en orden y me concentré en coordinar el equipo y asegurarme de que el set estuviera listo para la grabación. Durante ese tiempo intenté no pensar en la razón detrás de la actitud de Tomás, centrándome en lo que podía controlar.
Mientras ajustaba algunos detalles y conversaba con el equipo sobre el próximo segmento de la grabación, la tensión del encuentro con Tomás seguía presente en mi mente. Aunque pesar de todo, logré mantener el enfoque en el trabajo.
