The unbearable and the idiot [Bucky Barnes]

23

Steve Rogers

Exactamente en el momento en el que todos estaban a mi alrededor, hubo una fuerte explosión en la sala, haciendo que instintivamente me posicionara por encima de Emma para protegerla, a los segundos escuchamos unos disparos, alcé la mirada y pude ver cómo el doctor Erskine caía abruptamente al suelo mientras el responsable de su muerte huía por las escaleras, traté de ayudarlo pero fue demasiado tarde, ya estaba muerto, salí corriendo tras ese hombre, mientras escuchaba a mis espaldas cómo Emma gritaba para impedirlo.

Cuando al fin pude alcanzarlo, el sujeto me recibió con balazos, los que esquivaba acertadamente, luego de minutos de huida, se lanzó al mar para escapar en un tipo de submarino pero fui más veloz y lo pude traer de nuevo a la superficie, me sorprendía cada vez más la gran fuerza y resistencia que poseía con el suero.

—¡¿Quien eres tú?!—le grité tomando su camisa.

—El primero de muchos—respondió con un acento similar al doctor Erskine—Corta una cabeza—se detuvo y pude ver cómo mordía uno de sus dientes, tragándose el contenido que guardaba—Y dos más la reemplazarán.

—Hail Hydra—dijo mientras salía espuma de su boca, cayendo muerto a los segundos.

Al volver a la base, después de hacer un informe de lo sucedido, me pidieron unas muestras de sangre, pero no podía dejar de pensar en las últimas palabras de ese sujeto, estaba inmerso en mi mente cuando escucho una voz a lo lejos.

—¡Steve!—me gritaba Emma corriendo a mi dirección—Pensé lo peor—dijo abrazándome.

—Tranquila, estoy bien—dije para tranquilizarla.

—No vuelvas a correr hacia el peligro—me advirtió frunciendo el ceño, me eché a reír, pero cuando Emma iba a abrir la boca para reprenderme, una enfermera me fue a buscar, así que la seguí en compañía de Emma, no se separaría de mí, mucho menos después de lo que había pasado.

Estaban terminado de sacarme las muestras de sangre necesarias cuando llega Peggy, con una mirada angustiante.

—¿Está bien?—me pregunta abrazándome, lo cual me tomó por sorpresa—Me preocupé mucho.

—Estoy bien, no se preocupe—le respondí sin soltar su abrazo, viendo de reojo como Emma sonreía como una niña pequeña, luego de unos segundos Peggy se separó y se giró hacia Emma, quien al verla se dió media vuelta simulando ver unos papeles que estaban allí, luego volvió su mirada a mí.

—Lo siento—dijo aclarándose la garganta—Toda esperanza de reproducir el programa está en su código genético, pero sin el doctor Erskine, tomará años—me habló.

—Él merecía más que esto—dije nostálgico recordando su muerte hace unas pocas horas atrás.

Los tres caminamos unos metros y nos encontramos con el coronel Philips solicitando un reporte al ingeniero de la instalación, Howard Stark.

—Soy el mejor ingeniero mecánico de este país, pero no tengo idea de lo que hay en ese submarino ni cómo funciona—respondió Stark—No conocemos esta tecnología.

—¿Y quien si?—le preguntó el hombre que acompañaba al coronel, pero Peggy interrumpió caminando hacia su encuentro.

—Hydra, es la división científica nazi, su jefe Johannas Schmidt, tiene ambiciones mucho más grandes que solo dirigir.

—¿Y que piensan hacer?—preguntó Emma al lado de Peggy, lo que hizo que todos los presentes se voltearan a verla.

—Primero que todo ¿Quién es usted y que hace aquí?—le dijo el coronel Philips.