06 de Julio de 2024
Londres, Inglaterra
Alice había llegado a Londres para visitar a su mejor amiga, Alexandra, quien se había mudado a Inglaterra meses atrás por motivos de trabajo. Hacía tiempo que no se veían, y a Alice le pareció la oportunidad perfecta para ponerse al día. Alex y Marco habían dejado su relación por las mismas razones; ambos tomaron caminos diferentes, ella hacia Londres y él hacia Mónaco. A pesar de la distancia y los cambios, la amistad entre Alice y Alexandra seguía intacta.
Las horas pasaron volando mientras ambas se ponían al día. Había tanto que contar después de esos meses de separación. La conversación fluía fácilmente entre risas y anécdotas, cuando de repente, el timbre del departamento sonó. Al abrir la puerta, Alice vio a Franco, que había venido a buscarla.
Esa misma noche, Franco y Alice decidieron salir a cenar. Optaron por un restaurante de pizzas, su elección favorita para una noche tranquila, y luego decidieron rematar la velada con un helado. Aunque Franco no tenía hambre, quería acompañarla y asegurarse de que Alice disfrutara de su antojo.
Mientras Alice saboreaba su helado, le contaba a Franco sobre su día con Alexandra. Franco la escuchaba atentamente, con sus ojos fijos en los de ella, absorbiendo cada palabra.
– Y ahora tú, cuéntame de tu día. ¿Cómo te fue hoy? – preguntó Alice con curiosidad.
– Bien, no fue un día particularmente emocionante, hasta ahora que llegaste y estamos aquí, hablando en medio de la calle – dijo Franco, mirando a su alrededor. Estaban sentados en una banca bajo las luces tenues de la calle.
– ¿Estás nervioso? Deberíamos irnos ya, mañana tienes la práctica – sugirió Alice, preocupada por la gran oportunidad que Franco tendría al día siguiente.
– No, quedémonos un ratito más – Franco la tomó suavemente del brazo y la acercó hacia él, haciendo que se sentara en sus piernas. – Te extrañé esta semana, casi no hablamos mucho. Te quedabas dormida muy rápido – agregó, con un tono de cariño y un toque de melancolía.
La noche avanzó rápidamente y pronto llegó la medianoche. Franco acompañó a Alice de regreso al hotel donde se estaba quedando. En la puerta de su habitación, Alice se recostó en el marco, mientras Franco se inclinaba hacia ella para darle un dulce y prolongado beso en la mejilla. "Me gusta tu olor," susurró, antes de dejar un beso suave en sus labios y despedirse con una sonrisa.
Silverstone, Gran Premio de Inglaterra
Era la octava fecha de la temporada 2024, y para Franco, esta carrera tenía un significado especial. Sería la primera vez que se subiría a un Fórmula Uno, habiendo recibido la oportunidad de probar el auto y correr para Williams en la primera práctica libre. Aunque la práctica tenía como objetivo probar el carro y experimentar con algunas configuraciones, Franco impresionó al mantenerse siempre cerca de su compañero, Alex Albon.
El fin de semana pasó rápidamente, como suele suceder en el mundo del automovilismo. Franco dio lo mejor de sí en la pista, pero lamentablemente no logró subir al podio, quedando en cuarto lugar en la tabla de posiciones. Aunque no fue el resultado que esperaba, había demostrado su potencial.
De camino al aeropuerto, después de un día agotador, Alice y Franco viajaban en silencio. Alice, cansada, se había quedado dormida sobre el hombro de Franco, mientras él jugaba con sus manos, sintiendo la paz que solo ella le daba. Al llegar a su destino, Franco despertó a Alice con suavidad, susurrando su nombre hasta que ella respondió.
"No me quiero ir," murmuró Alice, aferrándose a los brazos de Franco con una mezcla de cansancio y ternura. La sinceridad de sus palabras conmovió a Franco, quien sonrió y le respondió con cariño: "Ya quiero que lleguen las vacaciones de verano para tenerte todos los días conmigo."
Aeropuerto de Heathrow, Londres
Franco y Alice caminaban hacia la puerta de embarque, tomados de la mano y riendo juntos, disfrutando de los últimos momentos antes de separarse por unas semanas. Aunque sabían que se extrañarían, la alegría de haber pasado tiempo juntos hacía que la despedida se sintiera menos pesada.
– ¿Recuerdas cuando intentaste enseñarme a cocinar esa vez y casi quemamos la cocina? – dijo Alice, soltando una carcajada mientras se apretaba un poco más contra él.
– ¡Oye! No fue tan grave. Solo una pequeña llama, nada que un buen extintor no pudiera manejar – respondió Franco con una sonrisa, recordando aquella aventura.
Se detuvieron frente a la puerta de embarque, sus risas calmándose, pero sin perder la alegría que habían compartido. Franco la miró con una sonrisa cálida y le dio un suave apretón en la mano.
– ¿Listo para un descanso de mí? – bromeó Alice, inclinándose un poco hacia él.
– ¿Descanso? Nunca me canso de ti – respondió Franco, robándole un beso rápido.
Alice sonrió y le dio un pequeño empujón en el pecho. – Nos vemos en dos semanas. No hagas demasiadas locuras sin mí.
– Solo las necesarias – respondió él, guiñándole un ojo.
Con una última sonrisa, Alice se giró y comenzó a caminar hacia la puerta de embarque, sintiéndose ligera y feliz. Franco la observó por unos momentos antes de darle la vuelta y dirigirse a su propia puerta de salida, sabiendo que en poco tiempo volverían a estar juntos, listos para la próxima aventura.
- Chicxs discúlpenme, hubo un error al montar y había perdido lo modificado pero aquí está
ESTÁS LEYENDO
Mi Lugar Seguro | Franco Colapinto
RomanceAlice, una chica que lo tiene todo "niña rica" tal vez un poco diferente a las demás o a las típicas chicas ricas. Inteligente y trabajadora, que se ha sabido ganar las cosas. Por culpa de un amor pasado se ha vuelto fria y a dejado el amor en un se...