Se recostó en la piedra fría, molesta por el gélido ambiente. Contuvo un suspiro, consciente de que sus compañeros dormían con facilidad, por lo que se esforzaba por no hacer ruido.
Unas horas antes había buscado señales de cámaras u otros dispositivos de vigilancia, pero no encontró nada. Al principio, pensó que el rubio ocultaba muy bien cualquier rastro de evidencia, pero por más que revisara cada rincón, no encontró nada.
No se sorprendió demasiado al considerar la posibilidad de que hubiera un traidor que informaba, o que todos fueran cómplices y conspiraran en secreto. Se llevaba muy bien con una joven de su edad, cuya personalidad se parecía a la de Kanroji. No era una coincidencia, era intencional.
Estaba segura de que esa era la infiltrada, ya que tenía todo para agradarle. Él lo había planeado. Lo que la atormentaba era que el grupo parecía llevar meses juntos y aún así no habían detectado al espía, lo que reforzaba su teoría de que todos estaban involucrados.
Le dolió esa dura verdad, demostrándole que no podía confiar en nadie, ni siquiera en sí misma. Bufó, llevándose una mano a la frente, agotada. No se dio cuenta de que alguien no estaba descansando; finalmente, cerró los ojos y se quedó dormida.
Abrió con cuidado la puerta oculta que conducía a un corredor y tomó a la mujer de su desgarrada ropa, llevándola al pasillo apartado y lo suficientemente distante para que no se escuchara nada.
―Jump, ¿ya lo descubrió? Shinobu-Chan es una joven astuta, no por nada destacó académicamente, es realmente inteligente.―
―Parece sufrir de migraña o dolor de cabeza, se esforzó demasiado pensando.―
Una risa escapó de sus labios.―Qué lamentable.―
―¿Podría bajar el arma?―Se tensó cuando él le apuntó con la pistola en el centro de la frente.
―¿Por qué? Ya no me sirves, no necesito traidores.―
―Pero usted me amenazó con quitarme la vida si no lo hacía.―
―Lo entiendo, pero si caíste una vez, volverás a hacerlo si alguien más usa mi estrategia.―Lo observó de reojo. ―Además, engañaste a mi mujer.―Apretó el gatillo, el cuerpo cayó de rodillas con un sonido sordo.
ESTÁS LEYENDO
❝𝐏𝐎𝐋𝐈𝐂𝐑𝐎𝐌𝐎❞ | 𝙰𝚋𝚘𝚖𝚒𝚗𝚊𝚋𝚕𝚎𝚜 𝚘𝚛𝚋𝚎𝚜.
Fanfiction• ᴅᴏᴜsʜɪɴᴏ | ɢɪʏᴜsʜɪɴᴏ. 𝑬𝒍𝒍𝒂 𝒆𝒔 𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒏𝒐 𝒎𝒂́𝒔 𝒆𝒎𝒃𝒓𝒊𝒂𝒈𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒐 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒆𝒓. 𝑺𝒖𝒔 𝒂𝒏𝒔𝒊𝒐𝒔𝒐𝒔 𝒍𝒂𝒃𝒊𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒂𝒏 𝒐𝒃𝒕𝒆𝒏𝒆𝒓𝒍𝒂 𝒚 𝒔𝒖 𝒊𝒏𝒔𝒂𝒄𝒊𝒂𝒃𝒍𝒆 𝒄𝒖𝒆𝒓𝒑𝒐 𝒑𝒐𝒔𝒆𝒆𝒓𝒍𝒂, 𝒕�...