¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por alguna razón me levanté en la madrugada, aunque poco iba a importar teniendo en cuenta de que eran las dos de la madrugada.
Las ventanas del templo Gojo al que luego de unas semanas pude trasladarme, siempre estaban cerradas por protección, pero hacia más calor de lo normal.
Froté mis ojos repetidamente para visualizar bien mi camino mientras merodeaba por los pasillos del templo, que, destacando, era por dentro blanco..
Bueno, porque estaba durmiendo en el templo cuando desde un inicio iba a vivir con Satoru Gojo? La respuesta es simple, desde que mis padres firmaron el contrato de Satoru para darle poderío de mi, mi ahora "suegra" decidió que sería buena idea permanecer unos días allí, pero gracias a Dios solo será viernes y sábado, pero, viernes ya no contaba, era la madrugada de este.
Ya descalza, mis pies no hacían ruido alguno, sin embargo, eventualmente se ensuciarían, y con lo poco que me gustaba ensuciarme.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me determiné a aventurarme por todo el templo en lo que quedaba de la noche, dirigiéndome inicialmente a la cocina, pues, si, tenía hambre a plenas horas de la luna.
La cocina era grande, espaciosa, lo suficientemente como para que entrarán al menos cien o más personas, exagerado.
Abrí el frigorífico lentamente, y una luz neón de color celeste cristalino invadió la oscuridad por completo, entonces la cerré rápidamente. Si la dejaba así, la luz inundaría la habitación y no sería nada disimulada.
