capitulo 4

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No es posible que se aventara a un lago sin saber nadar, ahora me encontraba empapado y congelado por el agua.

En el momento que se lanzo al lago se desmayo, tuve que hundirme hasta alcanzarlo, no es como si tuviera tanta fuerza como para poder sacarlo.

-no creí que fueras tan débil

No sabía si me lo decía a mi o a el, pero ¿Puede un espíritu noquearse con el agua? ¿No lo atravesaría y ya?

Cómo sea, ahora me encontraba cuidando el cuerpo de este chico y no sé si tendría que darle calor, es más, ¿acaso él puede morir ?. Bueno, tal vez el no pueda morir pero yo si y podría morir de frío si no encuentro algo con que calentarme.

Arrastre su pálido cuerpo hasta llegar a una pequeña cueva, me costaba mucho moverlo por la poca fuerza que poseo, pero lo logré. Gracias a Odin estaba completamente seca.

Con las pocas hojas secas que había aquí pude prender un poco de fuego, no voy a mentir, me costó más de lo que pensaba.

Busque la mayor leña posible alrededor lo cual no fue mucha por culpa de la nieve pero esto serviría por unos momentos.

-¿Y tú cuando piensas despertar?

No hubo respuesta, el seguía ahí, recostado sobre la pared de piedra. Di un gran suspiro y me deje caer a un lado del fuego.

-Oye, estás muy pálido

Me acerque un poco a el, su piel estaba fría, parecía un cubo de hielo, tal vez necesitaba un poco más de calor. Esto me avergonzaba un poco pero peque mi cuerpo a él , nuestros hombros se tocaban pero yo solo podía sentir cada vez más frío y mi hombro comenzaba a punzar.

-¿Que haces?- escuché su voz susurrante en mi oído, esto me provocó escalofríos.

Giré inmediatamente en su dirección y para la sorpresa de nadie, ahí estaba el, viéndome directamente con esos ojos azules, tan azules como el cielo, hicimos contacto visual y era como si chispas salieran en esos instantes, fue la primera vez que pude ver sus facciones tan detenidamente.

La vergüenza se apoderó de mi y me aparté enseguida después de notar lo cercanos que estábamos.

-solo intentaba darte un poco de calor, bueno, es que estabas muy frío - trágame tierra.

-Bueno, por naturaleza soy frío -se acomodó un poco- y si te acercas tanto podrías terminar congelado.

Fue la primera vez que lo escuché tan serio, sin juegos, sin su tono juguetón, sin su hiperactividad que lo caracterizaba y lo hacía irritante a veces.

-Anotado- me aparte un poco más - gracias.

-No debes estar cómodo aquí -se levantó - el fuego está por agotarse, ¿debería llevarte a casa?- una vez más sus ojos estaban sobre mi.

¡Por Odin! ¡¿Pero que tienen esos ojos que me hacen caer en la vergüenza?! ¿estaré hechizado?. Mi corazón latía con fuerza y yo seguía ahí, observando como idiota.

Corrieron escalofríos en todo mi cuerpo y no pude evitar hacer un gesto de desagrado sin querer.

-¿Qué?- pude ver su expresión regresandome el gesto- ¡por favor! ¿No habíamos superado esa etapa? ¿Qué significa ese gesto ?

Su energía había vuelto y lo primero que hacía era reclamarme por algo que hice inconscientemente. No pude evitar comenzar a reír, era tan extraña esta escena.

- Perdón, no fue intencional- me levanté del suelo frío.

No le había prestado la suficiente atención como para notar sus largas y delgadas manos, su apariencia era juvenil pero aún parecía ser mayor que yo, era mas alto pero de figura delgada, su cuerpo lo cubría con una larga capa con capucha de cuero, lo hacía ver mas imponente de lo que era si solo lo observabas y no lo conocías, siempre cargaba con el un bastón de madera, parecía más una rama de árbol torcida envuelta en escarcha brillosa.

El fuego comenzaba a extinguirse y su silueta resaltada por la luz de la luna era impresionante, su cabello plateado resplandecía y parecía que su piel Nivea brillará, parecía que el cielo se encontraba a su favor por qué estaba despejado y las estrellas brillaban con intensidad.

-¿Te vas a quedar ahí?

Sus palabras hicieron eco en mi cabeza, no se lo que está pasando pero todo era tranquilidad.

-No, necesito ir a casa o todos pensaran que me ha comido un dragón. -camine hasta donde estaba él.

-Bueno, igual no sé si notarían que te comieron -toco mi mejilla y una vez más los escalofríos por su piel fría.

-Ja ja ja muy gracioso.

-bueno, ya pasan las 12 y es hora de llevarte a casa.

-Si, tengo que ir a casa- pude sentir su mano fría sobre mi cintura y me atrajo a el en un solo movimiento- ¿Qué?.

- te llevaré , sujetate fuerte de mi cuello.

Me levanto en un solo movimiento y me cargo como si fuera una chica, sujetándome de la cintura y mis piernas. Esto era un tanto extraño y vergonzoso.

-Ni pienses en llevarme así

La vergüenza me mataba y yo intentaba bajarme mientras forcejeaba. Claramente esto no funcionó por qué el se elevó de la nada y tuve que sugetsrme fuertemente de su cuello, cerré los ojos por un instante mientras nos llevábamos pero cuando se sintió la calma, pude abrirlos otra vez.

La vista nocturna era espectacular, más por qué estaba comenzando a amanecer y los destellos de luz pasaban atravez de las nubes, destellos de colores aparecían y era una vista bastante agradable.

La luz del sol al fin iluminaba el gris Berk .

El chico de mis sueños | HijackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora